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21 diciembre 2010

Herbie Hancock en Barcelona


Herbie Hancock "The Imagine Project Tour"- L´Auditori, Barcelona - 15-diciembre-2010.
XII Festival del Mil.leni

El pianista, tecladista y compositor estadounidense Herbie Hancock, leyenda viva del jazz, se presentó en L´Auditori de la "Ciudad Condal", Barcelona, finalizando su gira europea "The Imagine Project Tour".
Este proyecto busca expresar a través de la música temas como la paz, la tolerancia, la humanidad y la responsabilidad mundial, y en él recorre la música y los ritmos del mundo.
El show:
Todo comenzó con el ritmo poderoso de su actual banda tocando "Actual proof", mientras el sonriente Hancock hacía su entrada al escenario para sentarse frente al piano de cola.
Tendríamos que aclarar antes de comenzar el concierto, que nadie espere jazz puro, tal vez que nadie espere ni siquiera jazz, ya que durante la noche, el recinto se iría tiñendo poco a poco de un color étnico...
Con los primeros aplausos, Herbie presenta la banda y se detiene a explicar largamente algunos conceptos de su último trabajo, para contarnos, como quien le habla a un niño pequeño, que "estamos en el siglo de la globalización"...
"Este es el siglo XXI y debemos dejar de pensar en términos nacionalistas, debemos empezar a pensar en términos globales. Por eso se me ocurrió incluir canciones en otros idiomas, o canciones estadounidenses con versos en otras lenguas"....
Del título del álbum (The imagine project), Hancock explica que tiene que ver con dos conceptos: la idea de "imaginar" y la de "canción". "Ése fue realmente el punto de partida. Incluso sólo la palabra imagina ya abre tu mente y tus pensamientos. Digamos que el espíritu del álbum es el de unión y el de fraternidad"...
Y de esa manera comenzaron a tocar los temas del nuevo disco haciendo una particular versión del clásico de clásicos de John Lennon "Imagine". La simpática cantante Kristina Train junto al tecladista Greg Phillinganes son quienes la cantan, pero la versión toma un giro instrumental africano un poco extraño...
El espectáculo continúa con el ritmo funk de "Watermelon man", con la banda a full. Luego siguen con el tema de Peter Gabriel "Don´t give up", canción que hizo emocionar a más de uno.
El ritmo contagioso de "Tamitant tilay" con el estribillo de "Exodus" de Bob Marley contagió a toda la sala de buena onda.  La voz del eximio guitarrista Lionel Loueke con un efecto especial fue el toque particular de la canción, y la banda demuestra energía, talento y virtuosismo. Cuando cinco negros se juntan para hacer música suceden estas cosas...
Luego los músicos de la banda abandonan el escenario, y el maestro se queda solo para ejecutar en el piano de cola un medley de antiguas joyas musicales propias, creando un momento intimista de misteriosa abstracción y de intensa emoción. Entre las piezas tocadas figuraron "Mayden voyage", "Dolphin dance" y la genial y esperada "Cantaloupe island".
En la recta final continuaron con tres canciones de "The Imagine Project":
La primera, "The times, they are a´changing" de Bob Dylan, con ritmo celta, y Kristina Train tocando el violín. La segunda, "A change is gonna come", con la espectacular participación del talentoso Greg Phillinganes, actual tecladista de la banda Toto, quien se hizo cargo de la primera voz.
El final con "Space captain" una espectacular versión que fue de lo mejor de la noche. Con ese estribillo que te eleva y te deja allá arriba y no te suelta:  "Until we die, until we die - We're just learning to live together - Learning to live together - Learning to live together till we die"...Y por supuesto: una ovación impresionante, merecida.
Regresa la banda interpretando los primeros acordes del clásico "Chameleon", mientras Herbie entra tocando su teclado portátil y se bate a duelo primero con el bajista James Genus y luego con el guitarrista Lionel Loueke, dando una clase magistral de improvisaciones, y a su vez divirtiéndose como locos arriba del escenario. Hancock se depide saludando al público junto a su banda, y todos bailando al ritmo de una grabación de su gran hit tecno "Rockit", aquella canción que se bailó hace algunos años en todo el mundo.
Herbie Hancock no sólo es un referente del jazz, sino de la música en general, por su versatilidad estilística, que lo llevó desde el funk hasta el tecno, y está considerado como uno de los músicos más influyentes de la actualidad.

                                                         Fernando Gonzalez


04 noviembre 2010

Sting Sinfónico en Barcelona


Sting "Symphonicity Tour"- Palau Sant Jordi, Barcelona - 29-octubre-2010.

Sting se presentó en Barcelona con su gira "Symphonicity" en el Palau Sant Jordi ante 7000 espectadores sentados, y acompañado de la Royal Philarmonic Orchestra de Londres, compuesta por 45 músicos y dirigida por Steven Mercurio.

El concierto fue un paseo por toda su discografía durante 3 hs, incluyendo muchos de sus grandes éxitos y temas de The Police en formato sinfónico.
Con un sonido impecable y una puesta en escena sobria y elegante Sting demostró una vez más su versatilidad como músico y compositor, a través de la relectura en clave orquestal de esos grandes éxitos compuestos inicialmente con un vocabulario rockero. De esta manera el show comenzó con "If I ever lose my faith in you", "Every little thing she does is magic" y 25 canciones más, aunque sin arriesgar demasiado en las nuevas versiones orquestales y siempre pisando sobre seguro en lo que respecta a los nuevos arreglos.
"Englishman in New York", "Roxanne" y "When we dance" fueron de las más aclamadas por el público.
La perfección del sonido permitió el lucimiento personal de algunos de los músicos de la orquesta, sobre todo los brillantes solos de clarinete y violines, así también de Jo Lawdry, la muy linda cantante que apoyaba (y a veces superaba) a Sting en segunda voz y coros.
"Fields of gold" y "Shape of my heart", fueron grandes momentos de la noche, finalizando con la esperada "Every breath you take", la arabesca "Desert rose" (con bailecito incluído), y por último "Fragile".
Rockero, sinfónico, medieval y camaleónico, Sting, sigue siendo uno de los más grandes íconos de nuestro tiempo.
 
                                                             Fernando Gonzalez



29 agosto 2010

Radiohead, Ok Computer



Ok Computer es un hito discográfico de la década del noventa. Su sonido y originalidad lo hacen un referente, y su infuencia fue decisiva para su época y los años siguientes (menos para ellos).
En breve la nota...

04 agosto 2010

Magnolia cruzando vidas


Magnolia, el film de Paul Thomas Anderson, cuenta la historia de varias vidas que tienen mucho en común, y en donde la música juega un papel muy importante, tanto la banda de sonido compuesta por Jon Brion, como las excelentes canciones de Aimee Mann.
Estas vidas cuyas historias confluyen en San Francisco Valley, al sur de California, son historias paralelas que hablan sobre el azar, pero que esencialmente tratan sobre la incomprensión, el perdón y la redención.
Los protagonistas son un anciano agonizante, un presentador de televisión, un niño prodigio, un atormentado hombre ex-niño prodigio, un policía justo, una esposa arrepentida (Julianne Moore), un enfermero bondadoso, una mujer vacía y drogadicta, un hijo perdido, rencoroso y machista (Tom Cruise)...seres que necesitan y desean ser salvados de su dolor por alguien o por algún giro afortunado del destino.
Aquí no hay ningún papel estelar, todos los personajes son iguales, son historias aparentemente independientes con un extraño sentido conjunto. Cada uno de ellos componen esta obra aportando su talento y la hacen especial, sumado a los asombrosos recursos técnicos, una banda de sonido perfecta y un desenlace sorprendente.
En la película se dice que "podemos acabar con el pasado, pero el pasado no ha acabado con nosotros", y en realidad es cierto.
Las diferentes secuencias de la película son introducidas por partes meteorológicos que pronostican el clima dramático de las mismas.
Una espectacular lluvia de ranas anticipa el clímax final. Es el momento de la revelación, el arrepentimiento y el perdón.
"Hablamos pues de hechos que son una simple cuestion de azar? ésto no fue una simple cuestion de azar, estas cosas extrañas ocurren a todas horas".
Anderson se arriesga en todo momento e intenta ofrecer algo diferente y lo consigue con escenas sorprendentes.
El resultado es una obra maestra.

La Música.

La música de la película está compuesta por la banda sonora orquestal de Jon Brion, y acompañada por las canciones de Aimee Mann, autora y compositora estadounidense, que fue nominada al Oscar por el tema "Save me". La música acompaña a las historias casi permanentemente y cobra vital importancia a lo largo de todo el film.
La combinación de estos compositores resulta fundamental en Magnolia. Por un lado la poesía de Aimee Mann nos habla de los personajes y sus sentimientos, elevándolos de una manera casi espiritual, y por el otro lado, Jon Brion con su fantástico sinfonismo, logra darle ritmo y continuidad a cada historia.
Hay que destacar el novedoso concepto que P.T. Anderson aplica para utilizar la música de Jon Brion: aquí tenemos treinta minutos impactantes de música ininterrumpida, una melodía repetitiva (comparable al estilo de Phillip Glass) que se vuelve parte importantísima del film y hace que las escenas adquieran un enérgico y rítmico dinamismo dramático.

La música de Aimee Mann comienza con "Momentum", que aparece en el primer encuentro del policía Jim con Claudia. "Momentum" junto a "Save Me" y "Wise Up" son las canciones más importantes y de hecho no se limitan a ser simplemente la música de fondo. El tema "One", compuesto por Harry Nilsson, aparece en la escena de la presentación de los protagonistas, y el tema "Deathly", que figura en el disco pero que no aparece en la película, es importante en el contenido de ésta:
"En mi guión original, Claudia (interpretada por Melora Walters, con un verdadero sentido de locura a lo Aimee Mann) dice: "Ahora que te he conocido, ¿te importaría no volver a verme nunca más?". Debo aclararlo: No escribí esa línea. Aimee Mann lo hizo para el comienzo de su canción "Deathly", y yo escribí el resto hacia atrás, partiendo de esa línea. Esa línea equivale a la historia de Claudia, equivale al corazón y es el alma de Magnolia". (P.T. Anderson).
El personaje de Claudia aparece en dos escenas escuchando el disco de Aimee Mann, en la primera escucha a todo volúmen el tema "Momentum", y en la segunda comienza a cantar "Wise up"...
El tema "Wise up" tiene una magia especial, de un modo casi operístico, la escena pasa por cada uno de los protagonistas, que de alguna manera están escuchando esa canción, y absolutamente todos cantan "It's not going to stop 'Til you wise up". Es el momento cumbre de "Magnolia", en parte porque la letra parece reflejar el pensamiento de todos los personajes, que ahora aparecen unidos por el hilo invisible de la angustia y la soledad, que en algunos casos nunca va a desaparecer.
Al finalizar la canción, la lluvia que constantemente acompaña a las escenas, y que contiene un simbolismo muy importante, deja de caer.
En el final de la película, cuando suena "Save me", la escena nos muestra la cara sonriente de Claudia, porque sabe que hay una esperanza, pero lo que aquí nos importa es que la letra de la canción refleja su voz interior.


26 julio 2010

Perdonado (Niño Condenado)


La obra del grupo Invisible fue espectacular, magistral, sublime...
En su tercer y último trabajo llamado "El jardín de los presentes", brillante disco de rock progresivo, se encuentra una de las mejores canciones de toda la historia del rock argentino escrita por Luis Alberto Spinetta: "Perdonado (niño condenado).
Tal vez sea el tema más conectado con el sonido tradicional de Invisible, ya que todo el disco está empapado de aires tangueros progresivos.
El tema es una gran idea compositiva, en donde se intercalan dos partes diferentes, la primera es la dulce calma del principio, la segunda, muy rockera es agresiva y furiosa con un poderoso riff hasta el final.
La banda despliega todo su sentimiento fusionando lo letárgico con lo intenso dentro de una densa carga emotiva.
La letra se refiere a un perro blanco, con mirada de niño. Luis lo describió en un reportaje de la siguiente manera: “Es la temática de "Hermano Perro" llevada a Invisible. Mirando a una perrita que tenía en casa, y que se llamaba Amapola, sentí que era casi un ser humano pero que ciertos designios la habían conminado a ser un can. Allí nació la idea de un niño condenado a ser perro por el diablo de febrero, pero a la vez perdonado. Perdonado de la angustia existencial de ser un humano o de ser un niño que pide limosna bajo la lluvia".

Perdonado (Niño Condenado) - Invisible.

Habla conmigo viejo perro blanco
habla conmigo ladra tu quebranto.
Cuando quieras olvidarlo
tu quebranto
Habla conmigo... perro de la lluvia
habla conmigo solo tú conoces
la vendimia, de la calle
la delicia!
Habla conmigo viejo perro blanco
busca descanso, con tu molinete.
Que los amos ya descansan
ya no existen.
Habla conmigo... perro de la lluvia
habla conmigo niño condenado
por el diablo de febrero.
Perdonado!
Perdonado!
Perdonado!


Otra historia.
Numerosas letras escritas por la fina pluma de Luis Alberto Spinetta están inspiradas en la obra de autores como el filósofo francés Michel Foucault, el poeta francés Jung, o el antropólogo peruano Carlos Castaneda.
Para Spinetta la literatura latinoamericana se divide en un antes y un después de Castaneda: "Es la única literatura de este continente, capaz de responder a tanta obra de arte y tanta magia de la cultura precolombina. Creo que existió una época donde había muchos tipos como Don Juan Matus, miles de ellos, y cada uno intentaba hacer su propio viaje de poder".
En el libro "Las enseñanzas de Don Juan", Castaneda narra su iniciación en el chamanismo en manos de un brujo yaqui llamado Don Juan Matus, quien para acceder al conocimiento, lo introduce en el mundo del consumo de plantas alucinógenas como el peyote:
"...Alcé ligeramente la cabeza y vi acercarse un perro negro de tamaño mediano. Lo vi venir hacia el agua. El perro empezó a beber. Alcé la mano para apartarlo de mi agua; enfoqué en él mi visión concentrada para llevar a cabo el movimiento de empujarlo, y de pronto lo vi transparentarse. El agua era un líquido reluciente, viscoso. La vi bajar por la garganta del perro al interior de su cuerpo. La vi correr pareja a todo lo largo del animal y luego brotar por cada uno de los pelos. Vi el fluido iridiscente viajar a lo largo de cada pelo individual y proyectarse más allá de la pelambre para formar una melena larga, blanca, sedosa...
...Me volví en busca de don Juan, pero no pude distinguir nada ni a nadie. Todo cuanto podía ver era al perro, que se volvía iridiscente; una luz intensa irradiaba de su cuerpo. Vi otra vez el flujo del agua atravesarlo, encenderlo como una hoguera. Me llegué al agua, hundí el rostro en la cacerola y bebí con él. Tenía yo las manos en el suelo frente a mí, y al beber veía el fluido correr por mis venas produciendo matices de rojo y amarillo y verde. Bebí más y más. Bebí hasta hallarme todo en llamas; resplandecía de pies a cabeza. Bebí hasta que el fluido salió de mi cuerpo a través de cada poro y se proyectó al exterior en fibras como de seda, y también yo adquirí una melena larga, lustrosa, iridiscente. Miré al perro y su melena era como la mía. Una felicidad suprema llenó mi cuerpo, y corrimos juntos hacia una especie de tibieza amarilla procedente de algún lugar indefinido. Y allí jugamos. Jugamos y forcejeamos hasta que yo supe sus deseos y él supo los míos..."

                                        
                                                 Fernando Gonzalez


26 mayo 2010

Lasse Hoile, la imagen de Porcupine Tree


Lasse Hoile es un artista gráfico, fotógrafo y director cinematográfico, creador de imágenes con estilo propio que ha colaborado con bandas de rock progresivo tales como Opeth, Dream Theater y sobre todo con Porcupine Tree. En breve la nota...


22 mayo 2010

Transatlantic, la eterna gloria.


Transatlantic "Whirld Tour"- Sala Razzmatazz 2, Barcelona - 14-mayo-2010.

“Is it really happening?”
Está pasando esto realmente? o es un sueño el concierto que estamos viendo? Nos preguntábamos mientras en el escenario cinco enormes músicos desplegaban lo que mejor saben hacer: música enorme.
Confieso que el concierto de Transatlantic es uno de los espectáculos más increíbles que he visto en mi vida. Es una extraordinaria experiencia musical que nos lleva por lo mejor del rock progresivo actual. Este auténtico seleccionado de músicos proviene de grandes bandas de diferentes estilos: The Flower Kings, Dream Theater, Spock´s Beard y Marillion, liderados por el talentoso y carismático Neal Morse logran una notable unidad musical y humana.
Después de siete años de su separación, estos músicos se volvieron a reunir para grabar “The Whirlwind”, y por suerte, esta vez la nueva gira europea los trajo a Barcelona.
El set list de “The Whirl Tour 2010” contiene solamente seis canciones, pero su duración es de tres horas y media!
Una estruendosa ovación recibió a estos colosos. Las cuatro estrellas de Transatlantic todos frente al público, con dos tarimas en los extremos se ubicaban de izquierda a derecha: Neil Morse en teclados, Roine Stolt en guitarras, Pete Trewavas en bajo, y el increíble Mike Portnoy en batería (esa posición cerca del público y de costado, permite ver su espectacular manera de tocar). Detrás de ellos estaba el músico acompañante de la gira y líder de Pain of Salvation, Daniel Gildenlöw, con su set de percusión, teclados y guitarras, quien cumple un rol vital como instrumentista, pero fundamentalmente aportando unas voces increíbles.
El concierto arrancó con “The Whirlwind”, el tema estrella de la noche. Una apuesta arriesgada, ya que se trata de una obra conceptual dividida en 12 partes, de casi 78 minutos de duración sin interrupciones. Desde el comienzo con “Whirlwind Overture” la banda brindó una muestra de lo que fue el show: una espectacular demostración de rock progresivo inteligente y melódico. El comienzo fue arrollador. La banda sorprende con su virtuosismo instrumental, voces majestuosas, y transmitiendo confianza, buen humor y diversión. La intensidad de los primeros minutos se detiene y la calma llega con la conmovedora “The Wind Blew Them All Away”, con Neal Morse cantando como nunca, y un solo de guitarra precioso de Roine Stolt. Luego nos cautiva el ritmo predominante de “On The powl”, con el bajo de Pete Trewavas haciendo lo mejor del tema, mientras tanto, tocaban entre gestos y miradas cómplices (sobre todo entre Morse y Portnoy que se hacían señas desde un extremo a otro). Luego el tema cambia a una cadencia con reminiscente tanguera en el comienzo de “A Man Can Feel”, con Roine Stolt en primera voz, que es el tema más “Flower Kings” del disco. Entre risas, comenzaron a tocar “Geting Better” de Los Beatles como broma para la introducción de “Out Of The Night”. Luego, el primer momento intimista de la noche cuando Neal Morse visiblemente emocionado cantaba con la voz quebrada la balada “Red Rose Color Glasses” (canción que Neal escribió cuando murió su padre). El tema llega al clímax con el desgarrador punteo de Roine Stolt. Seguidamente Pete Trewavas va hacia una guitarra acústica que estaba puesta en un atril y toca (con pifie incluído y risas) la intro de “And you and I” de Yes antes de comenzar con “Evermore” y a continuación tocaron “Set Us Free”. Luego la oscura “Lay Down Your Life” con Morse cantando genial, y el grupo haciendo unos contrapuntos instrumentales muy ingeniosos. La banda demuestra más virtuosismo en la instrumental “Pieces Of Heaven”, luego “Is It Really Happening” comienza muy suave y va creciendo gradualmente hasta lograr una tremenda intensidad musical sinfónica en un final muy genesiano y espectacular!
El epílogo de esta magnífica obra es una larga balada de Morse, “Dancing With Eternal Glory”, que retoma el leit motiv de la melodía principal, para terminar con un final épico y una ovación que duró varios minutos.
Luego de esa maratón se tomaron 15 minutos de descanso, que el público aprovechó para dirigirse hacia el stand de merchandising y arrasar con todo.
La segunda parte fue un paseo por su discografía, y comenzó a toda máquina con “All Of The Above” de su primer disco. Con una calidad de sonido notablemente superior, esta parte del concierto fue una exhibición alucinante, una demostración de capacidad técnica de gran nivel, y un trabajo grupal muy sólido. Así se fueron sucediendo las partes que componen esta suite: “Full Moon Rising” a todo ritmo, “October Winds”, “Camouflaged in Blue” con un excelente trabajo de Pete Trewavas poniendo el ritmo jazzero a la canción con su bajo. “Half Alive”, “Undying Love” con un espectacular juego de voces y finalmente “Full Moon Reprise”.
Otro momento cálido se vivió con la hermosa balada de Morse “We All Need Some Light”, esta vez con Roine Stolt en primera voz y Neal haciendo un gran punteo de guitarra acústica.
Continuaron con “Duel With The Devil” la suite que abre el segundo disco. Aquí Roine Stolt brilla por sus punteos de buen gusto y alta calidad, y Mike Portnoy hace uso de toda su artillería de múltiples recursos, haciendo una demostración de su técnica avasallante y sacando conejos de la galera por doquier. Para destacar, los coros espectaculares de Daniel Gildenlöw, quien además es un músico completo, ya que toca guitarras, teclados, percusión y además canta mejor que ninguno. En medio de una extraordinaria jam improvisaron un fragmento de “Highway Star” de Deep Purple y volvieron al tema en la parte final.
El público enloquecido de placer los despidió otra vez con otra ovación de estruendo.
Los bises comenzaron con otra balada, la conmovedora “Bridge Across Forever”, con Neal al piano y Roine Stolt en guitarra eléctrica. La anécdota ocurrió cuando al comenzar el tema algo no funcionaba, entonces Morse y Stolt improvisaron, nada más y nada menos, que la primera parte de “Supper Ready”, de Genesis, cantando con la gente.
Para el final, la obra maestra de Neal Morse, “Stranger In Your Soul”, un auténtico torbellino de energía mediante una demostración de sincronicidad, virtuosismo y cambios continuos de melodías y ritmos. Sin la intro original de cuerdas, comenzaron con el intenso in crescendo de la batería de Mike y los teclados de Neal, la belleza de la primera estrofa de “Sleeping Wide Away”. Luego el clima intenso de “Hanging in the Balance”, una parte heavy compleja en donde se destacan los juegos de voces y cantan todos. Este impresionante delirio musical fue de lo más excitante de toda la noche. El punteo de Stolt lleva todo al comienzo y se engancha el pop de “Lost And Found Pt 2”. Cuando el ritmo se hace más intenso, Morse corre hacia la batería de Mike y la comparten hasta quedar él solo, mientras tanto Trewavas se dirige hacia los teclados con Gildenlöw detrás, y Mike, todo un showman vestido con un mono de Dharma, tiene su momento máximo de gloria cuando se tira al público para darse un baño de multitudes o “crowd surfing” por encima de las cabezas de la gente. Luego de regreso al escenario dijo que era la primera vez que daba toda la vuelta completa a una sala, y amagó con tirarse otra vez….
La calma regresa en “Awakening The Stranger”, luego en “Slide” se lucen todos con las partes instrumentales, cortes, coros y cambios de ritmo, para llegar a uno de los mejores finales de la historia del rock progresivo con “Stranger in Your Soul”, con Neal y toda la gente cantando las últimas frases del tema a pura emoción. El final fue apoteósico. El concierto increíble, intenso, divertido…Algo difícil de repetir.
Un show que hemos disfrutado con todos los sentidos, porque la música de Transatlantic (al igual que la de Los Beatles) te llena de felicidad, y en este caso, en vivo se multiplica por la energía que ganan todos los temas.

                                                  Fernando Gonzalez



















El concierto de Madrid, sala La Riviera, 13-mayo-2010

Video gentileza de Carlos Perrinó

26 abril 2010

Misplaced Childhood


Marillion - Misplaced Childhood - 1985

Misplaced Childhood, grabado en 1985, es uno de los mejores discos de la década del ochenta, es el mejor disco de Marillion y significó un antes y un después dentro del rock progresivo.
En aquellos años Marillion ya había grabado: “Scrip of a Jester´s Tear” y “Fugazzi”, y era un grupo más dentro de la escena neo prog. Liderados por el carismático frontman, cantante y letrista, Fish, por muchos motivos nunca les faltaron las comparaciones con Genesis de la época de Peter Gabriel, o con Peter Hammil. Pero con “Misplaced Childhood” los músicos de Marillion no sólo demostraron no ser meros imitadores de Genesis, sino que en pleno auge del pop y cuando parecía que el rock progresivo iba a desaparecer (ya que los trabajos de los grandes grupos de los ´70 estaban lejos de ser grandes obras) apareció este disco que logró dejar una huella importante en la historia de la música, y hoy es considerado un clásico y pieza esencial dentro del rock progresivo.
“Misplaced Childhood” es una gran historia unida a una gran interpretación musical. Su mayor logro es poder combinar lo elaborado del rock sinfónico con el lado más pop de las melodías. Los temas están enlazados magistralmente a modo de obra conceptual. La perfecta integración de las partes instrumentales con las letras está lograda mediante un delicado equilibrio entre belleza y dolor y por la natural fluidez con la que se unen las canciones para lograr un todo estructural perfecto. Las letras excelentes, son un pura poesía, el tono es totalmente melancólico y triste, haciendo siempre un guiño al pasado, ya que tratan sobre la pérdida de la niñez, la inocencia y el amor, la fama y la bajada a los infiernos, y la nostalgia de ver pasar la juventud.
Para destacar la portada de Mark Wilkinson cargada de símbología de la que se hace referencia en las letras (el niño descalzo, la urraca, el arco-iris, la flor).
A partir de este disco se les considera auténticos precursores del movimiento conocido como neo-prog, y con este trabajo, Marillion alcanzó su plenitud en los años ochenta.
Niñez Extraviada.
El disco da comienzo a partir de una suite conformada por cinco canciones. En “Pseudo Silk Kimono” una lejana introducción de teclados, misteriosa y solemne, y la intensa voz de Fish nos llevan directamente a la historia de esta obra. Es el espíritu de la infancia extraviada que le habla a su mente…
El brillante riff de guitarra del siguiente tema se une a continuación: "Kayleigh", el único tema con formato de canción, fue el hit single que sonó en todas las F.M. y permitió que Marillion fuera un éxito en todo el mundo. Se trata de una canción autobiográfica de Fish que cuenta una historia sobre un amor no correspondido. Su melodía es muy pegadiza y el solo de guitarra de Steve Rothery, memorable al mejor estilo David Gilmour, es simplemente espectacular. Sin interrupción se pega un pianito simple pero precioso, para dar paso a la balada “Lavender”, una canción llena de belleza y sentimiento.
Luego “Bittter Suite”, canción dividida en cinco partes. Esta suite nos lleva desde una oscura narración a un final de carácter épico que repite la melodía de “Lavender”, para cerrar con la maravillosa “Heart of Lothian”, tema compuesto de dos partes, que hace alusión a las tradiciones escocesas. la primera parte, o sea el lado A del disco de vinilo original se cerraba con este tema, y el lado B comenzaba a toda percusión con “Waterhole (Expresso Bongo)”, el tema menos trascendente de la obra. “Lords of the Backstage” se engancha a continuación con un ritmo pegadizo que da paso a otro momento de gran intensidad musical, la suite de cinco partes llamada “Blind Curve”. Aquí Fish nos cautiva con melodías brillantes que fluyen por encima de las geniales texturas que parten de los teclados y se mezclan con climas acústicos oscuros. Mark Kelly es el creador de esas atmósfera sutiles y ligeras, perfectamente acopladas a las guitarras de Steve Rothery (genial a lo largo de todo el disco) quien es el mayormente responsable de las partes instrumentales más impresionantes de este suite y de todo el álbum en general.
La siguiente canción tiene nombre en forma de pregunta “Childhood End?”. Sobre un ligero punteo de guitarra y un pegadizo riff de bajo, base de esta canción, se desarrolla una parte de la revelación del relato
El último tema, “White Feather”, cierra con fuerza y optimismo esta obra maestra que ha conseguido a través de los años dejar su selo de atemporalidad.

“Y era ya de día, y me encontré lamentándome por una infancia que creí perdida.
Miré por la ventana y vi una urraca en el arco iris, había dejado de llover.
No estoy solo, me giré hacia el espejo, y te vi, al niño que una vez amé,
el niño de antes de que le rompieran su corazón, nuestro corazón, el corazón que creí perdido.
¿Oye tú, te has sorprendido?, sí, más que sorprendido de saber que las respuestas a las preguntas
estuvieron siempre a simple vista....Entonces veo que soy yo, que puedo hacer lo que sea y que todavía soy el niño, porque lo único perdido fue el rumbo y lo reencontré.
No hay final para la infancia, porque eres mi amigo de la infancia, condúceme".

Voz: (Derek William Dick) Fish
Bajo: Peter Trewavas
Batería: Ian Mosley
Teclados: Mark Kelly
Guitarras: Steve Rothery


                                    Fernando Gonzalez




                            

18 abril 2010

Mentes sopechosas


Elvis y Nixon

Richard Nixon y Elvis Presley se reunieron sorpresivamente el 21 de diciembre de 1970, el encuentro, que tuvo lugar en la Casa Blanca, es una de las anécdotas más raras protagonizada por el Rey del rock and roll con uno de los presidentes más conservadores de la historia.
La desclasificación de los documentos secretos en 1986 permitió conocer los detalles oficiales de este encuentro de características surrealistas.
En aquella época Estados Unidos libraba una guerra dentro y fuera de su territorio. Los conflictos racistas habían creado una profunda división en la sociedad norteamericana. En plena Guerra Fría, Washington intentaba guiar al mundo hacia la libertad contra el fantasma del comunismo, y en la guerra de Vietnam todo era un desastre.
Por su parte el rock se manisfestaba a través de diferentes expresiones artísticas, a veces rebeldes y transgresoras, utópicas e ingenuas en otros casos, pero siempre comprometido contra la guerra y a favor de la paz.
En una reunión breve y fuera de agenda, Elvis y Nixon demostraron tener varios puntos en común: a los dos los preocupaba la sociedad violenta, la juventud y el uso de drogas, la amenaza del comunismo y los conflictos raciales generados por las demandas de igualdad de derechos de los negros. Los dos eran personas sumamente egocéntricas que estaban pasando por una mala época en lo personal y en lo profesional. Por el lado de Elvis, había dejado de ser el número uno, desplazado por Los Beatles durante la década del sesenta. Por el lado de Nixon, estaba a punto de ser el primer presidente de Estados Unidos en perder una guerra, la de Vietnam.
La idea de Elvis era convertirse en agente federal para combatir el consumo de drogas en el mundo del espectáculo y la música. Para cumplir con su objetivo se había encaprichado con tener una insignia, y por ese motivo debía hablar con el presidente Nixon. Esta decisión de ofrecerse al servicio de un gobierno ultra conservador, justamente opuesta al espíritu del rock, rebelde y transgresor, no hace más que alimentar las contradicciones de alguien que había perdido el rumbo, y que paradójicamente, siete años más tarde aparecía muerto en su mansión de Menphis por una sobredosis de drogas…
El Presidente y el Rey.
El 21 de diciembre por la mañana, a las 9.30, Elvis, con una carta escrita por él, se presentó en la Casa Blanca y pidió una audiencia con el presidente Nixon. Los agentes del Servicio Secreto alertaron al consejero presidencial Egil Krogh. "Ha llegado el Rey", le comunicaron por teléfono. El asesor de Nixon miró la agenda del día y dijo: "Pero si hoy no esperamos a ningún monarca." "No, no. El Rey del Rock. Está aquí en la puerta", le aclararon los agentes del servicio secreto de la Casa Blanca...
Elvis entregó la carta para Nixon. Krogh le dijo que aquella visita los tomaba por sorpresa y que tuviera a bien regresar al hote, y que le llamarían a lo largo del día. Entonces Elvis se marchó.
La carta de Elvis estaba redactada con la mejor intención aunque de manera simple casi infantil, las cinco páginas estaban escritas a mano con renglones torcidos y tachaduras en papel con membrete de American Airlines. Entre palabras de admiración por Nixon y su preocupación por la sociedad decía "puedo ayudar a este país al que amo", y que para eso necesita una credencial de agente federal para tener autoridad. Le da el teléfono de su hotel y le dice que, si finalmente se reúnen, tiene un regalo para él. A las 12:30 Richard Nixon recibió a Elvis, quien le mostró al presidente su total apoyo y le dijo repetidas veces que estaba de su lado y que quería serle de utilidad. Quería restaurar el respeto por la bandera americana que había perdido la juventud. Luego siguió hablando sobre sus estudios en lavado de cerebro que hacían los comunistas, sobre el peligro de las drogas, y reiteró su incondicional apoyo al presidente: "Yo estoy de su lado", repetía, y le dio un sorpresivo abrazo. Luego Elvis defenestró a los Beatles (sus máximos admiradores) diciendo que “han sido una verdadera fuerza contra el espíritu americano, vinieron a este país, hicieron dinero, y luego regresaron a Inglaterra donde promovieron un pensamiento antinorteamericano". Luego entregó al presidente Nixon un regalo que simbolizaba a la perfección su espíritu pacificador y sus deseos de trabajar en aras de la reconciliación social: una pistola Colt 45 con siete balas de plata en el cargador…
El presidente Nixon le agradeció su visita diez días después a través de una carta breve, que no estaba firmada y que llevaba estampado simplemente un sello: "Richard Nixon".
Por pedido de Elvis, la reunión en la Casa Blanca se mantuvo en secreto por más de un año, hasta que el diario “The Washington Post” la publicó el 27 de enero de 1972.
No se sabe con certeza si Elvis se convirtió o no en agente, aunque algunos investigadores estiman que Elvis llegó a ser un informante del FBI.
Lamentablemente a Elvis se le había escapado la tortuga...

                                                           Fernando Gonzalez


10 abril 2010

Un Encuentro Inolvidable



En el año 1998 The Rolling Stones y Bob Dylan salieron de gira por Sudamérica, coincidiendo la misma semana en la ciudad de Buenos Aires. La noche del 5 de abril de 1998 en el cuarto concierto de los Rolling Stones en el estadio Monumental de la ciudad de Buenos Aires, y ante setenta mil personas como testigos, se produjo el mágico encuentro de dos leyendas vivientes: Bob Dylan y The Rolling Stones.
Esta fue la segunda vez que Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Ron Wood y Bob Dylan compartieron un escenario, ya que la primera fue el 27 de julio de 1995 en el teatro Grammont de la ciudad de Montpellier en Francia, y en ambas oportunidades se unieron para interpretar el clásico de Bob Dylan "Like a Rolling Stone".
La noche del encuentro de dos grandes.
Bob Dylan, el mayor exponente de folk rock americano de todos los tiempos, fue el principal telonero de la noche, y ante un público atento que le brindó un respetuoso silencio, interpretó durante una hora, once temas con su acostumbrado bajo perfil, mostrando su incorruptible imagen de genio huraño, sin juegos de luces ni pantalla gigante, pero acompañado de músicos expertos. Su set list se basó en temas de su último disco por aquel entonces "Time of Mind," y por supuesto en algunos clásicos de su extensa carrera como "Mr Tambourine Man" y "Highway 61".
El concierto de los Stones pertenecía al "Bridge to Babylon Tour", y como en la gira anterior llenaron cinco veces el estadio Monumental de Buenos Aires, igualando el récord de tres años atrás. Debo confesar que en la Argentina hay una exagerada pasión por los Stones que va más allá del bien y del mal, y por ese motivo convocan a varias generaciones en sus shows. Fueron sólo cinco recitales porque la gira debía continuar por otros países, sino creo que hubieran hecho cinco más...para la historia.
Promediando el concierto, que ya era una fiesta total de rock, Mick Jagger simplemente dijo: "Bob", y en ese momento el invitado especial Bob Dylan hizo su aparición en el escenario ante una impresionante ovación. Entre risas y miradas cómplices Dylan y Jagger cantaron a dos voces "Like a Rolling Stone", e hicieron vibrar de emoción a todo el estadio. Fueron alrededor de cinco minutos lo que duró ese momento en el que pudimos ver a estos dos mitos vivientes compartir el escenario, pero en realidad significó el encuentro de una banda que es sinónimo de rock and roll inalterable con el líder espiritual más influyente de la cultura rock.

                                                             Fernando Gonzalez.






 

09 abril 2010

The Dark side of Rainbow


 THE DARK SIDE OF RAINBOW

Si ponemos el disco “The Dark Side of the Moon” (1973) y el film “The Wizard of Oz” (1939) es decir, “El Mago de Oz”, justo cuando el león de la Metro Goldwyn Mayer ruge por tercera vez, veremos una película con una banda de sonido muy especial conocida como “The Dark Side of Rainbow”, título que surge de combinar el nombre de la obra maestra de Pink Floyd con “Somewhere Over the Rainbow”, el nombre del tema principal de la película. El resultado es realmente increíble y viviremos una experiencia alucinante.
Si la sincronización entre música y película está creada a propósito como banda sonora alternativa, podemos decir que el film sirvió de inspiración para crear el mejor disco de Pink Floyd, pero si el resultado se debe a la casualidad, podemos hablar de una “relación cósmica” entre estas dos obras clásicas en sus respectivos géneros, y eso la hace aún más misteriosa, mística y mágica. Creer o no a todo lo que aquí sucede corre por cuenta de la imaginación de cada uno, pero lo que no se puede negar son las innumerables coincidencias que en algunos pasajes existen en perfecta coordinación. Como ejemplos podemos citar la exactitud de algunos comienzos y finales entre canciones y escenas; algunos movimientos y bailes con el ritmo de la música; es notable cuando partes de las letras tienen que ver con la acción del momento; y si analizamos más finamente también existen guiños simbólicos.
Los miembros de Pink Floyd han dicho repetidamente que el fenómeno es pura casualidad, y en una entrevista dijeron: "Algún sujeto con demasiado tiempo en sus manos tuvo esta idea de combinar el film con The Dark Side Of The Moon”.
A pesar de lo dicho por los músicos, existen más de cien coincidencias.
Enumeraremos sólo algunas de las más curiosas y en orden de aparación, ya que no alcanzaría el espacio del blog para todas. El disco de Pink Floyd cabe dos veces y cuarto dentro de la película. La primera de las pasadas es la mejor en calidad y cantidad de detalles, pero llama la atención que en la segunda y tercera sigue habiendo coincidencias, algunas notables.

El Arco Iris de Pink Floyd.


Dorothy, la protagonista interpretada por Judy Garland, se balancea al comienzo cuando la letra de “Breathe” dice: “But only if you ride the tide, and balance on the biggest wave”. Luego ella se cae justamente cuando comienza “On the Run”. Luego llega el momento cuando Judy Garland canta “Somewhere Over the Rainbow” junto a su perrito Toto, aquí se pueden observar detalles muy curiosos. En “Time”, aparece la bruja en su bicicleta justo en el momento de los estridentes sonidos de campanas y timbres de relojes (el comienzo de algo malo…), luego el solo de guitarra de “Time” comienza justo cuando cambia la escena, y durante el mismo, las palabras que se ven en el anuncio del Profesor Marvel son "Pasado, Presente y Futuro", o sea el tiempo…Luego cuando Dorothy decide volver a casa, al haber consultado al profesor, la letra de “Breathe Reprise” canta: “Home, home again, I like to be there when I can”.
Llega el momento más espectacular de este hermoso delirio creativo. Una de las sincronicidades más maravillosas que he visto, la que sucede con “The Great Gig in the Sky”.
La canción comienza justo con el cambio de escena en la que se acerca un terrible tornado.
La voz dice "And I am not frightened of dying" ("Y no me asusta morir") cuando el tornado se dirige hacia la casa. La batería entra al mismo tiempo que un árbol es arrancado desde sus raíces por la fuerza del viento, y comienza a cantar la espectacular voz de Clare Torry. Sus gritos impresionantes son el reflejo del sentir de Dorothy pidiendo ayuda desesperadamente. La intensidad de la canción se detiene cuando Dorothy se golpea la cabeza y entra en un profundo sueño. La casa vuela por el cielo como bailando dentro del tornado...cómo se llamaba el tema?...ah! “El Gran Baile en el Cielo”… (Alcoyana-Alcoyana!).
Aún siguen las sorpresas. La casa aterriza en la tierra de “Oz”, Dorothy se despierta, se levanta y camina lentamente (la música se desvanece) y al abrir una puerta se da cuenta que ha entrado en otro mundo. Justo en ese momento suena la caja registradora de "Money" mientras se ve el color de Oz (o del dinero), porque la película cambia del blanco y negro al technicolor.
Una observación importante es la imagen del prisma de la portada del disco relacionada con el tema, como un símbolo para el paso blanco y negro al color.
En la siguiente canción “Us and Them” ocurren algunos detalles menores sutiles pero numerosos, los más notables: las bailarinas Munchkins entran en la línea "nosotros, nosotros, nosotros", mientras que los simpáticos Munchkins del gremio de Lollypop entran cuando la canción dice: "yo, yo, yo" bailando al compás de la canción. Luego la bruja, vestida de negro, aparece detrás de una cortina de humo justo cuando la letra canta “black”, mientras que cuando dice “blue” la cámara enfoca a Dorothy, que está vestida de color… (miren la película por si necesitan saberlo). La siguiente canción "Any Colour You Like" comienza cuando cambia la escena. Durante el tema "Brain Damage" el espantapájaros canta "Si sólo tuviera un cerebro”, además está bailando como un loco cuando la canción dice “the lunatic is on the grass”.
El final de la primera pasada del disco es alucinante cuando los latidos de “Eclipse” se producen mientras Dorothy intenta encontrar los latidos del inexistente corazón del Hombre de lata.
En la segunda y tercera pasada del cd, aunque parezca increíble las coincidencias siguen, aunque si bien son numerosas, son más sutiles y están mayormente vinculadas al contenido de las letras.La más notable se produce en el final de la película cuando la canción canta la letra "To hear the softly spoken magic spell" ("Escuchar el hechizo mágico suavemente pronunciado") mientras Dorothy pronuncia las palabras mágicas que la devolvieron a su casa: "No hay ningún lugar como el hogar."

Para terminar, un último dato: existe una relación directa entre la canción “Somewhere Over the Rainbow” y el arco iris de la portada del disco.
Después de leer todo esto, ahora compruébelo usted mismo. Vale la pena disfrutar de esta experiencia.

                                      
                                                       Fernando Gonzalez




10 marzo 2010

El Desayuno del Siglo (un momento tranquilo)



Supertramp fue una gran banda británica de pop sofisticado o progresivo melódico, con delicados arreglos sinfónicos y jazzeros, liderada por dos genios, Roger Hodgson (teclados, bajo, guitarra, voz) y Rick Davies (teclados, voz). El primero aportaba su imaginación y el optimismo con irresistibles melodías; El segundo aportaba la nostalgia blusera, sombría y melancólica de sus composiciones. Los dos lograron un perfecto ensamble, un equilibrio compositivo de altísimo nivel. Esa combinación de talentos dio como resultado una música de alto vuelo, un sonido único que supo anticiparse a su tiempo.
Rick Davies forma el grupo gracias al apoyo económico del excéntrico millonario holandés Stanley August Miesegaes. En el comienzo (1969) tuvieron algunos tropiezos, y a pesar de haber grabado dos discos, que si bien eran aceptablemente buenos, sufrieron la indiferencia del público, y el grupo se disolvió parcialmente.
Hodgson y Davies tuvieron que reinventar el concepto del conjunto y empezar nuevamente desde cero.
La etapa más ambiciosa y creativa de Supertramp comienza con la incorporación de los nuevos miembros: Bob C. Bemberg (batería), Dougie Thomson (bajo), y el genial John Helliwell (vientos y coros). Estos integrantes de la banda fueron fundamentales para el desarrollo del nuevo rumbo musical de Supertramp, aunque el factor más incidente y que marcó el aura del grupo fue cuando Roger Hodgson comenzó a usar el piano (sin abandonar su rol de guitarrista). El uso de dos teclados en la banda fue el sello característico del sonido de Supertramp. De esa manera, el grupo consiguió su definitiva formación y vivió su época gloriosa entre los años 1974 y 1979, con las obras "Crime of the Century”, “Even in the Quiet Moments”, y “Breakfast in America”. La trilogía dorada.
"Crime of the Century", es uno de los grandes discos de la historia del rock, es el primero de la trilogía, el más sinfónico, el más majestuoso. El disco que los haría mundialmente famosos.
La producción estuvo a cargo de Ken Scott, quien anteriormente había trabajado con Elton John, The Beatles, David Bowie, entre otros.
Fue un trabajo que originó un gran éxito de ventas (canciones como “School”, o “Dreamer” lograron alcanzar los primeros puestos tanto en las listas inglesas como en las norteamericanas), así como una crítica positiva por parte de los conocedores, ya que es casi una obra perfecta. Sus canciones, de gran calidad armónica y melódica, estructura elaborada y fastuosos arreglos orquestales, también contienen cierta conciencia social en sus letras.
El comienzo de este disco es un hito de la música, “School”, resultado de la fluída combinación de diferentes pasajes musicales que emocionan desde la misteriosa armónica del comienzo, el brillante solo de piano de la parte central del tema, las líneas irónicas de la letra, y el épico final.
“Bloody Well Right” nos ofrece una intro de piano muy blusera y espectacular de Davies, y una fuerza mágica de toda la banda.
“Hide in your Shell” es una bella y pegadiza melodía de Hodgson, una canción de cuento en donde se destacan los juegos de voces. Lluego la emocionante y expresiva “Asylum”, una de las mejores canciones del disco, con un Davies brillantemente inspirado.
“Dreamer” es el hit single radial de difusión típico de la fórmula del éxito de Supertramp.
“Rudy”, una suite con altas dosis de jazz que nos lleva por varios cambios de ritmo, también alcanza uno de los momentos más intensos del disco con un final de orquesta.
Con "If everyone was listening" regresa la calma. Una hermosa balada de Roger Hodgson llena de nostalgia y sutilezas.
Por último, la desgarradora “Crime of the Century” cierra el disco con un final conmovedor en donde queda flotando una misteriosa y sombría orquestación que nos envuelve y nos lleva con ella lentamente.
No nos vamos a detener en el siguiente disco “Crisis?, What Crisis?”, ya que si bien contiene alguna joyas de la discografía de la banda como “A Soapbox Opera” o “Ain´t Nobody But Me”, es prácticamente la segunda parte de “Crime”. Es un disco que no incluiremos en esta selección porque creemos que no está a la altura de esta trilogía, ya que se elaboró con material sobrante de “Crime of the Century”, y el resultado es algo desparejo.
Luego de una gira mundial que duró casi un año, deciden cambiar de productor, y para el siguiente trabajo Dougie Thompson se hace cargo de la producción musical. El resultado es “Even in the Quiet Moments”, el trabajo más introspectivo, el más íntimo en la carrera de la banda. Desde su portada, con un piano lleno de nieve, se nota el protagonismo de lo sutil, y obviamente del piano.El disco contiene los hits radiales “Give a Little Bit” y “Babaji” de Roger Hodgson, además de joyas sinfónicas y sutiles climas cargados de belleza como “Lover Boy” e “Even in the Quiet Moments”. Por supuesto que no faltan los etéreos adornos jazzísticos característicos de siempre, por ejemplo en “Downstream”, aunque hay dos temas que se destacan por sus matices orquestales, la mágica "From now on", y por supuesto la épica "Fools Overture".
Aquí comienzan los enfrentamientos por diferencias musicales entre los dos líderes compositivos, Hodgson y Davies. Por ese motivo componen casi todo el material por separado, pero con la intención de darle lo mejor a la banda, y a pesar de ello lograron un excelente disco.
El siguiente trabajo, “Breakfast in America” significó el triunfo absoluto del pop sofisticado, es una obra con clara tendencia comercial, mucho más accesible al oído que los anteriores y conceptualmente muy bien lograda en lo que se refiere a la perfección del sonido y al estilo propio, pero lo que hay que destacar es que cada tema es una joya perfectamente trabajada y convertida en hit.
Con este disco Supertramp consigue un éxito total. Desde entonces han vendido millones de copias en todo el mundo, pese a todo, los enfrentamientos contínuos entre Hodgson y Davies ya no tendrían marcha atrás.
Este álbum cuenta con los hit mundiales: “The Logical Song”, ”Take the Long Way Home”, “Goodbye Stranger” y “Breakfast in America”. Temas que se han emitido por todos los medios.
Pero también hay mucho material para destacar como la genial “Just Another Nervous Wreck” de Davies y "Lord is it mine?", preciosa balada nostálgica de Roger Hodgson con cautivantes sonidos de piano y saxo.
Pero lo más interesante del disco son los temas del principio y el final, las enigmáticas “Gone Hollywood” y “Child of Vision”, temas que se destacan por su estructura progresiva.
El hipnótico fade out de “Child of Vision” suena como una lenta despedida de la mejor etapa de la banda, aquella que comenzó como un amanecer con aquel lejano llamado de armónica de “School”.
La historia continuó con un álbum doble en vivo grabado en París en 1980. Dos años más tarde vino el disco “Famous Last Words“, y luego Hogdson abandona el grupo tras la última gira para continuar caminos diferentes hasta el día de hoy.

                                                      Fernando Gonzalez



                                               










10 febrero 2010

Carnival of Light


Carnival Of Light

No se guardó ningún registro sobre quién tocó cada instrumento, nunca fue editada oficialmente, aunque se sabe que su grabación fue después de las sesiones de voces de “Penny Lane”, el 5 de enero de 1967 en Abbey Road 2.
Esta experimentación musical compuesta por Paul Mc Cartney, fue grabada 18 meses antes de “Revolution 9”, de John Lennon, es decir que fue su antecesora…

Antecedentes, conceptos y entorno.
La “Musique concrète” era conceptualmente un collage de grabaciones empalmadas y luego procesadas que inventó Pierre Schaeffer (técnico de sonido de Radio France) en 1948.
En la década siguiente el maestro Karlheinz Stockhausen exploró con sonidos electrónicos y llevó aún mucho más lejos las fronteras de la experimentación, creando un nuevo idioma musical que más tarde influyó en grandes músicos como Frank Zappa, Pink Floyd, Faust y muchos más.
Paul admirada la obra maestra de Stockhausen “Gesang der Jünglinge”. A diferencia de John, cuyo interés por el “Avant-garde” comenzó cuando conoció a Yoko Ono, Paul estaba muy interesado en la vanguardia contracultural de Londres, el free jazz, la música clásica y en la experimentación con “loops” caseros, que le permitieran encontrar nuevos sonidos buscando activamente el “azar accidental”.
El evento multimedia especializado en música electrónica “Million Volt Light and Sound Rave”, fue organizado por el trío de artistas underground del momento, los diseñadores Douglas Binder, Dudley Edwards y Dave Vaughan.
Paul Mc Cartney fue invitado para crear un tema para estrenar en ese happening celebrado el 28 de enero y el 4 de febrero de 1967 en el teatro Roundhouse de Camden Town, en Londres.
Durante las dos noches que duró este evento hippie, sonó varias veces la cinta que Los Beatles grabaron, mientras reinaba un espíritu antibélico que invocaba al amor y a la paz, y celebraba las drogas alucinógenas.

Carnaval de luz.
El tema resultante de la alucinógena sesión del 5 de enero de 1967, en la que los cuatro beatles improvisaron a la vez, y según McCartney tuvo como pauta ser completamente libres, es un viaje que dura trece minutos y cuarenta y ocho segundos.
“Es oficialmente mia. Yo la impulse. No hay letra, es musica “avant-garde”. La catalogarías como… bueno, realmente no podrías catalogarla, pero sería parecida al trabajo de Stockhausen/John Cage... John Cage sería el más cercano.
Me sugirió hacerla, en el 67, Barry Miles, el que hizo mi libro "Many Years From Now", me la pidió para su actuación en "The Roundhouse" llamada "Carnival Of Light", así fue como se creó su título. Me pidió que escribiese una pieza de quince a veinte minutos, y me metí en esa cosa sobre todo para no grabar con The Beatles, solo por eso. Entré en el estudio y les dije a los chicos: Miren, tenemos media hora antes de que la sesión comience: ¿Les importaría mucho si hacemos esta cosa?
“Les dije: todo lo que quiero es que se pongan a deambular entre los instrumentos, golpéenlos, griten, tóquenlos, no tiene que tener ningún sentido. Péguenle a un tambor y luego vayan al piano, golpeen unas teclas, simplemente deambulen por ahí’”, recuerda McCartney. Y eso fue lo que hicieron. “Luego le pusimos un poco de eco. Fue algo muy libre”.
“Esto es un disco Beatle. Y todos ellos conectaron con el espíritu del tema…”
Una vez grabada la música, John y Paul comenzaron a gritar en los micrófonos lo primero que se les ocurría. John Lennon, gritaba como un loco: ¡Barcelona, Barcelona, Barcelona!
El resultado fue una pieza, que según los expertos, es un claro tributo al músico alemán Karlheinz Stockhausen, aunque cuando el productor George Martin la escuchó, simplemente sentenció: “Esto es una mierda”.

“Actualmente tengo un proyecto en el que estoy envuelto… Entre las muchas cosas hice una, llamada "The Grateful Dead Photo Film", usando fotos de Linda y haciéndolas moverse creando un cortometraje artístico que presenté en festivales y eventos. Actualmente estoy en el proceso, pero tengo un foto-film de The Beatles en la recámara y me gustaria usar "Carnival Of Light" como parte de la banda sonora…
“Carnival of Light” estuvo considerada para introducirla en "Anthology" pero George la vetó. No le gustaba. Quizás su momento no ha llegado todavía”.

                                                          Fernando Gonzalez

26 enero 2010

Una noche con Rick Wakeman


Rick Wakeman- 13 Septiembre 2000 - Teatro Gran Rex, Buenos Aires - Argentina

La noche del 13 de septiembre del año 2000 fue muy especial para mí por varios motivos.
Actuaba en Argentina por tercera vez en su trayectoria, el virtuoso tecladista y compositor Rick Wakeman. Esta vez junto a The English Rock Ensemble, presentaba su último disco “Return to the Centre of the Earth” en el teatro Gran Rex de Buenos Aires. En 1982 y 1993, años de sus visitas anteriores, no lo pude ver, motivo suficiente para aprovechar esta oportunidad de ver a este genio por primera vez.
Pero la causa principal por la cual yo estuve allí esa noche fue para acompañar a mi amigo Sergio Alvarez, otro gran tecladista sinfónico, que tocaba como número de apertura de Rick Wakeman.
Era emocionante participar del backstage, ante el misticismo de las tribunas vacías del imponente Gran Rex, y estar allí presente mientras los asistentes de Wakeman dejaban todo listo y en óptimas condiciones, junto a la docena de teclados que esa noche el enorme Rick iba a tocar.
Sergio Alvarez entró en escena ante más de la mitad de la sala llena, y mientras la gente seguía entrando, nos deleitó con los temas de su gran disco “Pasaje a la Revelación”, y se lució dejando boquiabiertos a más de uno que solamente pensaba disfrutar con el show de Wakeman. Al finalizar el set de Sergio, bastante corto por cierto, tuvimos que desarmar rápidamente y nos quedamos a esperar junto a la entrada del escenario al gran Rick.
Fue una gran emoción ver la aparición del gigante desde el pasillo de los camarines, viniendo hacia nosotros con su enorme figura envuelta en una capa blanca rodeado de asistentes y cámaras que filmaban el show. Y junto al maestro entraron sus músicos, el cantante Damian Wilson, el guitarrista Ant Glynne, el bajista Lee Pomeroy, el inseparable baterista Tony Fernandez, y el tecladista Adan Wakeman (su hijo).
Mientras la banda a pleno comenzaba a tocar el repertorio elegido por los fans (a través de internet) para que tocaran en esta gira y que el propio Wakeman definió como “The Show of the People”, comenzó a desfilar una selección de temas de los inmortales cásicos de “The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table”, “The Six Wives of Henry VIII” y “Journey to the Centre of the Earth”, sus obras cumbres.
Era un privilegio presenciar esa actuación desde el mismo escenario (a la derecha de Rick) y disfrutar de la interpretación y virtuosismo de Rick Wakeman como nunca.
The English Rock Ensemble nos ofrecía una demostración de solidez, equilibrio y magnificencia, y en medio de ese ensueño, en una de sus rápidas salidas del escenario, el inquieto carismático cantante Damian Wilson, me dejó en la mano el micrófono cuando las partes instrumentales eran muy largas y él salía de escena. Cuando Wilson regresó, yo se lo devolví, entonces ya me sentí parte del show!
Pero la mejor anécdota llegó cuando finalizó la primera parte. Mientras los músicos se retiraban y algunos distraídos del público también, alguien del staff desesperadamente dijo que había que anunciar la segunda parte del show. Pero nadie se hacía cargo, entonces tomé coraje y fui hacia el micro que antes había tenido en mis manos, y con voz de locutor en off anuncié: “Damas y caballeros, por favor no se retiren porque en 15 minutos comienza la segunda parte del show de Rick Wakeman”. Por supuesto que me aplaudieron, y ese fue mi humilde momento de gloria, la noche que Rick Wakeman llenó de magia progresiva el teatro Gran Rex de Buenos Aires. Mi experiencia al borde del escenario terminó en ese momento ya que para la segunda mitad me fui con mis amigos a disfrutar desde la platea baja, y a reírnos porque me reconocieron la voz en off.
La segunda parte tuvo un set list más variado que incluyó algunos clásicos, temas de su última obra, una versión sinfónica de “Eleonor Rigby” de The Beatles, y “Starship Trooper” de Yes. Pero lo más destacable tuvo como protagonistas a padre e hijo, Rick y Adam Wakeman batiéndose a duelo de teclados portátiles en el tema “Merlin the Magician”, dando una espectacular demostración de talento, que el público respondió con una ovación impresionante.
Al finalizar el concierto estuvimos con Rick quien nos atendió muy amablemente, con la humildad que tienen los grandes.
El concierto se editó en dvd poco tiempo después, pero los momentos y las anécdotas que vivimos esa noche nos provocan una sonrisa cada vez que los recordamos.

                                                     Fernando Gonzalez



17 enero 2010

Queen II, la reina blanca y negra


Queen II - 1974

El segundo disco de Queen, un trabajo soberbio y virtuoso, mostró los dos lados de una banda muy compleja y fue el paso inicial hacia su cumbre creativa "Bohemian Rhapsody".
Grabado en los "Trident Studios", en Londres, Inglaterra en el mes de agosto de 1973, su edición se retrasó hasta marzo de 1974 debido a la crisis del petróleo.
Sin dudas es el disco menos comercial de la banda, es una obra en donde todos los temas están elaborados al máximo. A pesar de todo, este álbum, al igual que el primero, pasó injustamente desapercibido en su momento.
En Queen II, el grupo juega constantemente con el concepto artístico del contraste entre el blanco y el negro. La famosa foto de la portada, utilizada luego en el video de “Bohemian Rhapsody”, es predominantemente negra, y es opuesta a la interior, que es blanca. Además los dos lados del LP original fueron nombrados como “lado blanco” y “lado negro”. El primero está dominado por composiciones de Brian May, y allí se destaca la canción “White Queen”, en cambio en el “lado negro”, íntegramente compuesto por Freddie Mercury, obviamente está…”The March of the Black Queen”, y en cada uno su correspondiente foto de la banda vestida de blanco o de negro. A pesar de que existen esas dos caras distintas, el disco es una unidad homogénea, manteniendo su particular estilo. Las combinaciones de hard rock con arreglos sinfónicos y la mágica explosión de coros operísticos junto a pasajes más oscuros nos muestran que “Queen II” es un gran disco, pero lo más audaz de este trabajo es que une tal vez por primera vez en la historia, la ópera y el rock.
Queen demuestra toda su capacidad de hacer una música increíble y sin recurrir al uso de sintetizadores en el estudio de grabación, como en todos los discos que grabó en la década del setenta, sin dudas la mejor época del cuarteto de Londres cuando sólo hacían música virtuosa y compleja, la que abandonaron en los años ochenta.

El disco comienza con "Procession" un solemne himno instrumental de Brian May con el que a veces comenzaban sus shows. Luego una misteriosa introducción nos lleva a la primera gran canción, "Father to son", tema de hermosa melodía sobre una predominante base pesada en donde los cuatro músicos se lucen, y Freddie nos deleita con su dulce y aguda voz. El protagonismo constante de las guitarras de May nos introduce en una canción llena de magia, "White queen (As it Began)", una impresionante composición. Luego la electroacústica “Some Day One Day”, cantada por May con su característico toque de nostalgia, para cerrar el lado blanco con la más heavy de todas “The Loser in the End” compuesta y cantada por Roger Taylor con su voz áspera.
El lado negro, una obra enigmática enteramente compuesta por Freddie, es virtuosismo en estado puro. Aquí hay de todo: ritmos vertiginosos, climas épicos, coros increíbles, cambios de ritmos, melodías preciosas, todo eso llevado al límite, creando una pared de sonido contínua y consiguiendo llevar al oyente por un viaje a través de una atmósfera sonora envolvente y de latente oscuridad...
El éxtasis vertiginoso de "Ogre Battle", nos remonta a otras épocas. Los fantásticos coros a tres voces en donde impactan los tremendos agudos de Roger Taylor se enganchan con la exótica "The Fairy Fellers Master Stroke", una canción delirante en donde Freddie se explaya a placer con sus múltiples juegos de voces imaginativos. Sin interrupciones todo cambia de repente, y ese delirio operístico se transforma en una balada nostálgica, "Nevermore", en donde Freddie canta como nunca una melodía increíble…piano, sentimiento, coros…todos sublimes…
A continuación la canción que marcó el antecedente de "Bohemian Rhapsody": "The March Of The Black Queen", seguramente la mejor del disco. Es una canción muy compleja, que muestra lo mejor de la banda a través de sus barroquismos instrumentales y constantes cambios de ritmo con habilidad y destreza. El "horror al vacío" que se percibe entre tanto virtuosismo instrumental es extraordinario ya que no nos da un solo respiro.
A continuación "Funny Love Is", el tema más simple y pegadizo entre tanto derroche de talento, es el puente hacia la canción que cierra el disco "Seven Seas Of Rhye", tema que se editó como el único single del álbum.
“Queen II” es una obra conceptual, el trabajo más complejo de la banda en cuanto a interpretación y creación se refiere, y también el primer paso para lo que vendría poco tiempo después: "Bohemian Rhapsody". Pero eso ya es otra historia…

                                                  Fernando Gonzalez



08 enero 2010

Serás Gilún si no escuchas a Serú Girán


Serú Girán fue una excelente banda de rock argentina formada por cuatro virtuosos y notables músicos: Charly García (voces, teclados y guitarras), David Lebón (voces y guitarras), Pedro Aznar (bajo, teclados y voces) y Oscar Moro (batería y percusión).
Fueron capaces de hacer una música de alto vuelo fusionando prog-rock, jazz, blues, pop y hasta ritmos brasileños.
Lebón y su amor por el rock & blues, el sinfonismo de Charly y el virtuosismo jazzero de Pedro Aznar fueron los responsables de esa “mezcla milagrosa” que era el particular sonido de Serú Girán.
Fue su música lo que los llevó a ser una o la más grande banda de rock de Argentina.

El Comienzo:
Después del Festival del Amor (11 de noviembre de 1977) Charly García y David Lebón partieron hacia Búzios con la intención de vivir un tiempo en Brasil y componer algunos temas para su nuevo proyecto musical, inspirados por la tranquilidad y la naturaleza paradisíaca del lugar. Al poco tiempo Charly regresa a Buenos Aires para convocar al experimentado baterista Oscar Moro, y al joven talentoso bajista Pedro Aznar (quien los impresionó por su habilidad para tocar solos de bajo), de esa manera, el dúo inicial se transforma en cuarteto que finalmente se llamó Serú Girán. Juntos viajan a San Pablo y allí graban el primer disco con Billy Bond como productor. Luego Charly viaja a Los Angeles para finalizar la producción.
En 1978 lanzan su álbum debut que se llamó simplemente “Serú Girán”. Era un disco muy distinto y vanguardista dentro del rock argentino, con grandes canciones y teñido de barrocas pinceladas de rock sinfónico, hermosos arreglos vocales y toques de música brasileña y rock & roll; representa la transición desde el progresivo sinfónico de “La Máquina de hacer pájaros” a un sonido mucho más urbano. El álbum contiene temas increíbles como "Eiti Leda", una genialidad sinfónica, melódica , vocal y arreglística de Charly, una obra de arte en donde cada uno de los músicos interpreta un solo dando muestras de su virtuosismo. "Quiero quemar de a poco las velas de los barcos anclados en mares helados" es una frase casi sublime por las imágenes que sugiere.
También "El mendigo en el andén" y el hit "Seminare" eran canciones geniales que pasaron a la categoría de himnos.
Cuando la banda presentó el disco en vivo el 3 de noviembre de 1978 en el estadio de Obras Sanitarias, la crítica "especializada" los destrozó. A pesar de haber tenido una puesta en escena impresionante que incluía una orquesta de 23 músicos y una pantalla gigante. Pero las bromas irónicas de Charly y David cayeron muy mal a un público que vivía con el terror en la sangre y no pudo ser más brutal. Los problemas comenzaron cuando tocaron el tema “Discoshock” que satirizaba la moda de la música disco de ese momento en plena fiebre Travolta, y luego David la remató cuando dijo “ Cuando era chiquito no, pero ahora, qué puto soy!”, logrando una silvatina general y que un sector de la prensa los tildara de homosexuales. La gente empezó a pedir temas viejos a lo que Charly respondió: “No vamos a hacer ninguno de los temas que piden”…Mal debut.
Para sobreponerse de ese mal comienzo y de las fuertes críticas, y sobre todo para fortalecer la relación con la gente, Serú Girán dedicó gran parte del año siguiente a tocar en vivo por todo el país frente a públicos que raramente excedían las doscientas personas.
Charly dijo: “Serú tiene que evolucionar y es un viaje que nos gusta a todos”.
En el año 1979, Serú edita “La Grasa de las Capitales”, un álbum que contiene canciones con letras más fuertes y directas. La tapa del disco satirizaba a la popular revista Gente, y desde esa portada se podía apreciar el tono de crítica mordaz de los nuevos temas como “La grasa de las capitales”, “Frecuencia modulada” o “Canción de Hollywood” que en síntesis hablan sobre el lavado de cerebro. Charly García en su cumbre mostraba el fino carácter irónico del periodista que hay en él, pero también hay grandes clásicos como “Perro andaluz”, la bellísima "San Francisco y el lobo" y las desgarradoras "Viernes 3 AM" y “Noche de perros”. Además el grupo sonaba mucho más como una unidad musical, con un sonido más urbano apostando a fusionar rock con jazz y ritmos rioplatenses.
En 1980 el grupo pegó el salto definitivo, ya que creó su sello propio, realizó una gran cantidad de conciertos y volvieron al estadio de Obras dos veces (con escenografías de Renata Schussheim). En agosto de 1980 fueron invitados al Monterrey Jazz Festival de Río de Janeiro, en donde tocaron con Pat Metheny y George Duke, con tanto éxito que les propusieron tocar al día siguiente junto a John McLaughlin, Hermeto Pascoal, Edgberto Gismonti y Weather Report. Allí Pedro conoce al guitarrista Pat Metheny, y le entrega un casette con su propio material. Al poco tiempo recibiría una carta de Metheny invitándolo a formar parte del Pat Metheny Group.
El 12 y 13 de septiembre tocaron junto a Spinetta Jade, marcando un hecho histórico: Spinetta y García por primera vez juntos rompiendo prejuicios y ampliando las fronteras de la música.
Poco a poco el grupo se fue asentando y fue ganando una creciente masa de seguidores hasta convertirse en un fenómeno de popularidad sin precedentes en el rock argentino, cerrando el año tocando en la Sociedad Rural para 60.000 personas en un concierto inolvidable.
En noviembre de ese año editan “Bicicleta”, un estupendo trabajo que definiría aún más el particular sonido de la banda. Este disco fue casi un conjunto de hits, donde temas como “A los jóvenes de ayer” o “Encuentro con el diablo” se convertirían en clásicos junto a "Cuánto tiempo más llevará" o la conmovedora "Desarma y sangra". Temas que contaban la realidad del país con un estilo muy particular, pero había una canción muy especial…
En "Canción de Alicia en el País", una aparente alegoría del libro “Alicia en el País de las Maravillas”, Charly dejaba perfectamente ilustrado bajo un hábil camuflaje poético, el país que estábamos sufriendo bajo la dictadura militar, en el que el terror se respiraba en la calle, en el trabajo, en la escuela, en la universidad…
"No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó/ ya no hay morsas ni tortugas / Un río de cabezas aplastadas por el mismo pié / juegan cricket bajo la luna / estamos en la tierra de nadie pero es mía / los inocentes son los culpables dice su señoría, el rey de espadas / No cuentes que hay detrás de aquel espejo, no tendrás poder / ni abogados , ni testigos / Enciende los candiles que los brujos piensan en volver / a nublarnos el camino / estamos en la tierra de todos, en la vida / Sobre el pasado y sobre el futuro, ruina sobre ruina / querida Alicia / Se acabó ese juego que te hacía feliz".
Eduardo Berti escribió en “Rockología”: “Fue la etapa del “nosotros” y la alegoría. Era un nosotros inclusivo hacia un público, no un “nosotros, los músicos”; era un nosotros exclusivo hacia los “caretas”: dictadura militar y dirigentes. En tanto, la alegoría servía como recurso para subrayar esa exclusión y burlar la censura. Temas como “Encuentro con el diablo” o “Canción de Alicia” entre otros, hablaban de lo que pocos querían o podían hablar, casi siempre a través de metáforas basadas en la fauna, como fábulas.”
En aquella época, en la que los recitales eran claros síntomas de resistencia contra la dictadura militar, era habitual la práctica de arrestos masivos bajo el método del gamexane, una sutil forma de sacar gente de la sala y meterlos en un patrullero. Para la dictadura el rock era sinónimo de subversión. Las listas negras de temas y artistas eran enormes.
Llegó 1981 con Serú en la cresta de la ola. Luego de un pequeño descanso graban en abril su cuarto álbum “Peperina”. Fue su trabajo mejor producido, un brillante álbum editado en septiembre y presentado en diciembre en el Teatro Coliseo. Este disco no está tan logrado como los anteriores, pero contiene grandes canciones como “Llorando en el espejo”, "Esperando nacer", y "Cinema verité", temas que tienen el inconfundible sello del "estilo Seru",
La revista “Pelo” decía en noviembre de 1981: “En 1978 Serú Girán daba sus primeros y titubeantes pasos en la escena nacional. Lentamente el grupo fue imponiendo la nueva línea musical que tantas resistencias había encontrado en sus primeros tiempos. Hoy esa música está impuesta, el grupo institucionalizado y es considerado como el más popular”.
A fin de año, Pedro Aznar anuncia su partida a Boston para estudiar en la Bercklee School of music, pero principalmente para estar cerca de Pat Metheny. Al poco tiempo se unió a su banda. Fue el principio del fin de Serú Girán, ya que llegan a la conclusión que no era posible reemplazar a Pedro en el grupo y deciden hacer una serie de conciertos de despedida en Obras los días 5 y 6 de marzo de 1982. Esos conciertos fueron grabados y editados como “No llores por mí, Argentina”.

El Regreso.
Charly García comienza una carrera solista espectacular, mientras David y Moro toman también caminos diferentes. Pasaron muchos años y muchos discos solistas para que Charly, David, Pedro y Oscar volvieran a juntarse, para editar su nuevo disco “Serú 92”.
Éste fue el más simple de todos los trabajos grabados en estudio. La crítica de este disco fue bastante dura con ellos, aunque tenía grandes canciones como "A cada hombre, a cada mujer", "Mundo agradable", "Nos veremos otra vez" y la beatlesca "Si me das tu amor".
La gira del encuentro comenzó en diciembre de 1992, y en sus dos conciertos en Buenos Aires convocaron a más de 120000 personas. Finalmente en marzo de 1993 con la edición del doble en directo “Serú Girán en vivo”. Luego de esa reunión un tanto forzada, cada uno de los integrantes retomó sus propios proyectos con suerte dispar.
Algunas veces David Lebón y Pedro Aznar declararon su deseo de que Serú se volviera a reunir, y todo dependía de la decisión de Charly, pero en junio de 2006 Oscar Moro falleció, dejando trunca la posibilidad de volverlos a escuchar en vivo juntos otra vez.
Se cerraba así el último capítulo de la banda de rock más influyente y decisiva de la Argentina.

                                                              Fernando Gonzalez