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10 marzo 2010

El Desayuno del Siglo (un momento tranquilo)



Supertramp fue una gran banda británica de pop sofisticado o progresivo melódico, con delicados arreglos sinfónicos y jazzeros, liderada por dos genios, Roger Hodgson (teclados, bajo, guitarra, voz) y Rick Davies (teclados, voz). El primero aportaba su imaginación y el optimismo con irresistibles melodías; El segundo aportaba la nostalgia blusera, sombría y melancólica de sus composiciones. Los dos lograron un perfecto ensamble, un equilibrio compositivo de altísimo nivel. Esa combinación de talentos dio como resultado una música de alto vuelo, un sonido único que supo anticiparse a su tiempo.
Rick Davies forma el grupo gracias al apoyo económico del excéntrico millonario holandés Stanley August Miesegaes. En el comienzo (1969) tuvieron algunos tropiezos, y a pesar de haber grabado dos discos, que si bien eran aceptablemente buenos, sufrieron la indiferencia del público, y el grupo se disolvió parcialmente.
Hodgson y Davies tuvieron que reinventar el concepto del conjunto y empezar nuevamente desde cero.
La etapa más ambiciosa y creativa de Supertramp comienza con la incorporación de los nuevos miembros: Bob C. Bemberg (batería), Dougie Thomson (bajo), y el genial John Helliwell (vientos y coros). Estos integrantes de la banda fueron fundamentales para el desarrollo del nuevo rumbo musical de Supertramp, aunque el factor más incidente y que marcó el aura del grupo fue cuando Roger Hodgson comenzó a usar el piano (sin abandonar su rol de guitarrista). El uso de dos teclados en la banda fue el sello característico del sonido de Supertramp. De esa manera, el grupo consiguió su definitiva formación y vivió su época gloriosa entre los años 1974 y 1979, con las obras "Crime of the Century”, “Even in the Quiet Moments”, y “Breakfast in America”. La trilogía dorada.
"Crime of the Century", es uno de los grandes discos de la historia del rock, es el primero de la trilogía, el más sinfónico, el más majestuoso. El disco que los haría mundialmente famosos.
La producción estuvo a cargo de Ken Scott, quien anteriormente había trabajado con Elton John, The Beatles, David Bowie, entre otros.
Fue un trabajo que originó un gran éxito de ventas (canciones como “School”, o “Dreamer” lograron alcanzar los primeros puestos tanto en las listas inglesas como en las norteamericanas), así como una crítica positiva por parte de los conocedores, ya que es casi una obra perfecta. Sus canciones, de gran calidad armónica y melódica, estructura elaborada y fastuosos arreglos orquestales, también contienen cierta conciencia social en sus letras.
El comienzo de este disco es un hito de la música, “School”, resultado de la fluída combinación de diferentes pasajes musicales que emocionan desde la misteriosa armónica del comienzo, el brillante solo de piano de la parte central del tema, las líneas irónicas de la letra, y el épico final.
“Bloody Well Right” nos ofrece una intro de piano muy blusera y espectacular de Davies, y una fuerza mágica de toda la banda.
“Hide in your Shell” es una bella y pegadiza melodía de Hodgson, una canción de cuento en donde se destacan los juegos de voces. Lluego la emocionante y expresiva “Asylum”, una de las mejores canciones del disco, con un Davies brillantemente inspirado.
“Dreamer” es el hit single radial de difusión típico de la fórmula del éxito de Supertramp.
“Rudy”, una suite con altas dosis de jazz que nos lleva por varios cambios de ritmo, también alcanza uno de los momentos más intensos del disco con un final de orquesta.
Con "If everyone was listening" regresa la calma. Una hermosa balada de Roger Hodgson llena de nostalgia y sutilezas.
Por último, la desgarradora “Crime of the Century” cierra el disco con un final conmovedor en donde queda flotando una misteriosa y sombría orquestación que nos envuelve y nos lleva con ella lentamente.
No nos vamos a detener en el siguiente disco “Crisis?, What Crisis?”, ya que si bien contiene alguna joyas de la discografía de la banda como “A Soapbox Opera” o “Ain´t Nobody But Me”, es prácticamente la segunda parte de “Crime”. Es un disco que no incluiremos en esta selección porque creemos que no está a la altura de esta trilogía, ya que se elaboró con material sobrante de “Crime of the Century”, y el resultado es algo desparejo.
Luego de una gira mundial que duró casi un año, deciden cambiar de productor, y para el siguiente trabajo Dougie Thompson se hace cargo de la producción musical. El resultado es “Even in the Quiet Moments”, el trabajo más introspectivo, el más íntimo en la carrera de la banda. Desde su portada, con un piano lleno de nieve, se nota el protagonismo de lo sutil, y obviamente del piano.El disco contiene los hits radiales “Give a Little Bit” y “Babaji” de Roger Hodgson, además de joyas sinfónicas y sutiles climas cargados de belleza como “Lover Boy” e “Even in the Quiet Moments”. Por supuesto que no faltan los etéreos adornos jazzísticos característicos de siempre, por ejemplo en “Downstream”, aunque hay dos temas que se destacan por sus matices orquestales, la mágica "From now on", y por supuesto la épica "Fools Overture".
Aquí comienzan los enfrentamientos por diferencias musicales entre los dos líderes compositivos, Hodgson y Davies. Por ese motivo componen casi todo el material por separado, pero con la intención de darle lo mejor a la banda, y a pesar de ello lograron un excelente disco.
El siguiente trabajo, “Breakfast in America” significó el triunfo absoluto del pop sofisticado, es una obra con clara tendencia comercial, mucho más accesible al oído que los anteriores y conceptualmente muy bien lograda en lo que se refiere a la perfección del sonido y al estilo propio, pero lo que hay que destacar es que cada tema es una joya perfectamente trabajada y convertida en hit.
Con este disco Supertramp consigue un éxito total. Desde entonces han vendido millones de copias en todo el mundo, pese a todo, los enfrentamientos contínuos entre Hodgson y Davies ya no tendrían marcha atrás.
Este álbum cuenta con los hit mundiales: “The Logical Song”, ”Take the Long Way Home”, “Goodbye Stranger” y “Breakfast in America”. Temas que se han emitido por todos los medios.
Pero también hay mucho material para destacar como la genial “Just Another Nervous Wreck” de Davies y "Lord is it mine?", preciosa balada nostálgica de Roger Hodgson con cautivantes sonidos de piano y saxo.
Pero lo más interesante del disco son los temas del principio y el final, las enigmáticas “Gone Hollywood” y “Child of Vision”, temas que se destacan por su estructura progresiva.
El hipnótico fade out de “Child of Vision” suena como una lenta despedida de la mejor etapa de la banda, aquella que comenzó como un amanecer con aquel lejano llamado de armónica de “School”.
La historia continuó con un álbum doble en vivo grabado en París en 1980. Dos años más tarde vino el disco “Famous Last Words“, y luego Hogdson abandona el grupo tras la última gira para continuar caminos diferentes hasta el día de hoy.

                                                      Fernando Gonzalez