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30 noviembre 2011

Psicodelia Congelada

"La arquitectura es música congelada", famosa frase que el filósofo Arthur Schopenhauer creó para unir a dos de las artes más geniales. Desde siempre se trató de comparar a la arquitectura con la música, debatiendo acerca de sus influencias mutuas, ya que ambas tienen una cantidad considerable de puntos en común. Las dos requieren de la inspiración y del aprendizaje constante en su búsqueda infinita, y entre sus elementos comunes podemos citar las partituras y los planos como su soporte técnico. Su total percepción se experimenta a través de su ejecución. Las dos poseen virtudes y cualidades como fuerza, armonía, belleza y expresión, diferentes estilos, y son el reflejo de una época. Se pueden estudiar y analizar diferentes pautas como la técnica, la estructura, el ritmo, el movimiento, los llenos y vacíos, la repetición, etc.
Tanto las grandes obras de la música como de la arquitectura ofrecen clásicos que cumplen con el postulado de Jürgen Habbermas, cuando dice que "una obra vanguardista llega a ser clásica porque una vez fue auténticamente vanguardista", refiriéndose a obras que trascienden las generaciones y el plano de su época.
Pero hubo una época en que la música y la arquitectura fueron psicodélicas...


Los años sesenta se caracterizaron entre otras cosas por el avance tecnológico expresado por una atracción por la imaginería de la era espacial, la influencia de las comunicaciones, los satélites artificiales, la expansión de la televisión, el consumismo de productos y cultura. La llegada del Hombre a la luna provocó una conciencia general y un nuevo concepto del universo. Por otra parte las posibilidades que permitía la tecnología y la creencia del uso sin límites de los recursos energéticos generó una euforia por el consumo masivo dentro de un mundo convulsionado y optimista. En aquella época de ebullición creativa surgieron simultáneamente en Tokyo y en Londres dos movimientos arquitectónicos que proponían una idea de cambio, de movilidad y flexibilidad. Con un concepto de lo eterno en lo cambiante que representaba a la sociedad en movimiento. El primero de ellos, el Metabolismo, proponía ideas de mutación, transformación y crecimiento orgánico; el segundo, Archigram, proponía ideas de flujos que generaban formas mediante imágenes futuristas, conjugando la gráfica del cómic, la psicodelia y la publicidad como un collage pop. Ambas tendencias partían de la necesidad de romper con los modelos establecidos creando una arquitectura radical, totalmente utópica, ya que pensaban en una sociedad con un futuro organizado como ficción, dando como resultado una futurística imposible expresada en proyectos, que conectaban utopía con alta tecnología a través de megaestructuras. Un concepto de la sociedad de consumo tecnificada contraria a la arquitectura funcionalista.

Promediando esa década Los Beatles habían dejado de dar conciertos y se habían refugiado en los estudios Abbey Road para crear las obras que iban a cambiar la música para siempre. El uso de LSD para experimentar les permitió una apertura mental hasta entonces desconocida para ellos y les abrió la puerta a una creatividad infinita, ya nada era real...el mundo estaba cambiando, la música también.
Mientras la filosofía oriental recuperaba al Hombre a través de la transformación espiritual y el crecimiento orgánico, Yoko Ono "recuperaba" a John, una alegoría de la integración entre la cultura oriental y la occidental. Tokyo y Londres estaban en la misma onda...
La música de Los Beatles resume todo el espíritu experimental y de búsqueda de esos años, combinando banda de rock, sinfonismo, música de la cultura oriental y experimentaciones sónicas varias.
Se estaba inventando el futuro de lo que vendría en las décadas siguientes, mediante múltiples trucos que aplicaban en el estudio para tanta abundancia creativa, la tecnología que necesitaban para expresar los sonidos que ellos imaginaban.
El sonido de la música de Los Beatles se expande en "Revolver", disco que combina la electrificación absoluta con la orquesta de cámara. Aquí tenemos algo totalmente innovador, en el tema "Tomorrow Never Knows", un sonido nuevo y psicodélico que aún consiguen llevar mucho más allá en "Strawberry Fields Forever" y en su obra caleidoscópica "Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club Band". Esa travesía psicodélica continuó con el surrealismo de "Magical Mistery Tour" y el collage imaginario del mundo fantástico e inocente de "Yellow Submarine", un claro experimento musical y audiovisual de LSD.         

                                     
Este comentario puede sufrir modificaciones, llenarse de imágenes futuristas, mutar, transformarse y crecer orgánicamente a través del tiempo....
                                                     
                                                     Fernando Gonzalez



                                                   

22 noviembre 2011

Bohemian Rhapsody por Marcelo Arce


Este análisis de la obra maestra de Freddie Mercury, "Bohemian Rhapsody", a cargo del profesor  Marcelo Arce en un programa de radio me pareció estupendo para compartirlo en este blog. Solamente escuchen...




Existen muchas opiniones e interpretaciones acerca del significado de "Bohemian Rhapsody" con las que se podrá estar de acuerdo o no, pero éste es uno de los más profundos análisis en lo que respecta a la relación entre la música y el contenido de la letra. Alguna vez se dijo que el "hombre muerto" de la canción no significaba un asesinato ni un suicidio, sino que era al mismo Freddie Mercury al momento de asumir su homosexualidad enterrando al viejo hombre. Lo mismo ocurre con la parte más heavy de la canción, que puede ser interpretada como el enojo de la madre a causa de la confesión del hijo que ha matado a un hombre, o como su propia rebelión contra el diablo, o como la que relata Marcelo Arce en este programa de radio. Las opiniones pueden ser aún muchas más, pero en lo que seguramente todos coincidimos es en que "Bohemia Rhapsody" es una de las más grandiosas creaciones de nuestro tiempo....Any way the wind blows...

                                                    Fernando Gonzalez


21 noviembre 2011

Spinetta Jade allá lejos y hace tiempo...

Un entrañable recuerdo de un momento inolvidable. Una vieja foto del encuentro con un grande de la música,  Luis Alberto Spinetta, en uno de sus mejores momentos de su carrera, cuando con su banda Spinetta Jade presentaba "Los niños que escriben en el cielo". Era en febrero del año 1982, en Necochea...
Comparto una letra y un comentario:


No te busques ya en el umbral (Umbral)

Estás perdiendo el tiempo pensando, pensando
estás fuera de la vida jugando y perdiendo.
Comes tu conciencia, manzano en la nada,
y qué dirán las sombras de todo tu regreso.
Tu ser sin querer se abrirá de la luz
se irá sin saber que lo amaban.
Deambulan los perros en busca de agua,
y como pasa el tiempo sin fuego, sin fuego.
Ángel de los pobres pequeña armonía
algo tiene un ensueño en este insomnio.
Tu ser sin querer se abrirá de la luz,
se irá sin saber que lo amaban.
Ya dejaste tu día buscando las moras,
hablando de los niños que escriben en el cielo.
Apocalipsis de aire, de aire,
termina todo ese oro en tus bolsillos.
Perdido en el mundo, tu ser te dolerá al fin,
ombligo de piedra marcado.
No te busques más en el umbral
para que sepan la forma de tu alma.
Y que siga la melodía...


El umbral
Lo primero que llama la atención es el título de la canción, considerado en extenso. Si bien es conocida como "Umbral", se llama "No te busques ya en el umbral (umbral)”. Igual que Manon Lescaut, que en realidad es " Historia del Caballero Des Grieux y Manon Lescaut" y que todos conocen simplemente por “Manon”. Imposible considerar que esta extrañeza no tenga un profundo sentido, ya que en la exégesis spinettiana, nada es producto del azar. Como en un texto sagrado es necesario descubrir el significado de cada palabra. Propugno, sin dilaciones, la publicación de las letras del Flaco en papel biblia. Quiero sentir entre los dedos el fino papel, que el texto, a través del tacto, imponga el respeto de las cosas sagradas.
Vayamos al asunto. La repetición de la palabra umbral, sumada al paréntesis, señala con toda seguridad que aquí se encuentra la llave de toda la canción. Umbral. El sutil límite que divide la casa del jardín, el adentro del afuera, el interior del exterior, lo público de lo privado, el Paraíso de la Tierra. El umbral es un no lugar, una línea que define dos espacios. Nada es igual dentro o fuera del umbral. Umbrales, físicos, culturales, psicológicos, morales. Universo del umbral. O mejor, como diría, Ortega: multiverso. A todos esos hace referencia la letra. A todos y a ninguno en particular. Al hecho de que existan y a cómo actúan sobre alguien indeterminado. A vos, a mí, e él, a nosotros, a ellos. La experiencia de quedar fuera. Fuera de la vida, del Amor, de la Luz, de Dios, si queremos leerlo en clave mística. O del Primer Mundo, si le buscamos el perfil político. ¿Por qué no? La lectura queda abierta para que cada uno cargue la historia que quiera. ¿Quién acaso nunca tuvo la experiencia del "umbral"? ¿Quién nunca se quedó fuera, "jugando y perdiendo"? "El que este libre de pecado que arroje la primera piedra".
El hijo pródigo
A mí, para no esquivarle el bulto a alguna referencia más encarnada, esta letra siempre me hizo pensar en la parábola del hijo pródigo. El umbral de la casa del Padre, el umbral del Amor del Padre. El pecado. Desde allí afuera observa lo que dejó, evalúa lo que se perdió, se "come" la conciencia. Piensa en los que quedaron del otro lado, en la casa. Cómo juzgarán la decisión de cruzar. Quizás con dureza, o con envidia. "Qué dirán las sombras" sobre tu regreso. Mientras "deambulan los perros" y el tiempo pasa inútil "sin fuego, sin fuego", sin Amor. Un tiempo de "ensueño" y de "insomnio". El recuerdo de lo que se perdió por buscar "las moras" del placer. Habitar el pecado, en el pecado. El dolor de estar "perdido en el mundo" (¿Habrá el Flaco leído a Heidegger?). Decepcionado de sus promesas, moras que resultaron amargas. El dolor de ser sin Ser, fuera del Ser.
Terminar, pues, el "oro de los bolsillos" y volver, cruzar de nuevo el umbral. Observándolo no encontrarás jamás la "forma de tu alma". El umbral existe para ser cruzado, no observado. No te busques más ahí. ¡Cruza! Y que siga la melodía.

Extraído del Blog: La herida de París.





13 noviembre 2011

Fly From Here Tour - Yes en Barcelona



Yes "Fly Fron Here Tour"- Sant Jordi Club, Barcelona - 5-noviembre-2011.


Es la quinta vez que veo a Yes, una de mis bandas favoritas. Siempre la ví con diferentes integrantes por los muchos cambios a los que nos tienen acostumbrados a lo largo de su historia. Pero esta vez, las notables ausencias de Jon Anderson y Rick Wakeman, dos de los integrantes históricos más importantes que hicieron de Yes la mejor banda de rock sinfónico, hacían de la actual formación la menos impresionante, la menos legendaria...Había una gran curiosidad por ver al nuevo vocalista, el canadiense David Benoit, cumpliendo la difícil tarea de reemplazar a Jon, además de la presentación del nuevo trabajo "Fly From Here", y de algunos temas de "Drama", que casualmente grabaron sin Anderson ni Wakeman, y justamente con Geoff Downes, el actual tecladista de la banda.
Lo cierto es que un concierto de Yes siempre será un placer para los oídos progresivos, y por ser una banda mítica, es suficiente para volver a verla.
El Concierto:
Ante una ovación luego de la atmósfera creada por el clásico "Pájaro de Fuego", el concierto comenzó con "Yours is no Disgrace", y "Tempus Fugit" en versión ralentizada. Mientras nos acomodábamos a los nuevos integrantes, y sobre todo al nuevo cantante, tuvimos la sensación de que la banda no arrancó con la energía esperada.
Liderados mucho más que antes por Chris Squire, que por cierto se lo notaba muy feliz, el show continuó con dos de sus máximas obras, los clásicos "I´ve seen all Good People" y "And you and I", composiciones que rozan la más absoluta perfección, destacándose el maestro Steve Howe, quien estuvo brillante desde el principio. Howe fue el coloso de la noche, y durante todo el concierto brindó una clase magistral con sus guitarras, su estilo (y sus poses) y sus sonidos tan característicos. Como siempre lo suyo fue una maravillosa exhibición. Estas buenas versiones levantaron al público en general.  Benoit David se esfuerza, canta bien, es simpático, pero no es Jon Anderson, por ejemplo en "And you and I" no llega a los exigentes agudos de Jon en el coro, limitándose a cantar la línea del contralto. Creo que sin Anderson, Yes no es lo mismo...
Por otra parte, el sonido de los teclados de Geoff Downes no convenció, ya que por momentos se perdía y muchas veces los teclados no sonaban por igual, problema que se fue corrigiendo a medida que avanzaba el show.
Como en todos los conciertos de Yes, nos ofrecen un set acústico a cargo del maestro Steve Howe, quien presentó "Solitarie" la nueva pieza en solitario de "Fly From Here", a la que enganchó la infaltable "The Clap", clásico que siempre interpreta acompañado por las palmas y la complicidad de la gente.
Los músicos regresan para presentar el nuevo trabajo a través de una excelente ejecución de la canción épica del disco  "Fly From Here".  La suite completa de casi media hora fue uno de los mejores momentos de la noche. Si bien el álbum tuvo críticas de ser poco consistente, es en esta parte del show cuando Benoit David se siente más cómodo cantando con energía los temas que él grabó, sin tener que clonar la voz de Jon Anderson. Además de participar activamente en la parte instrumental tocando guitarra acústica y haciendo percusión. En esta parte del show la banda suena mucho más ajustada, sobre todo en los teclados.
A continuación tocaron "Wonderous Stories"...aquí se echó de menos como nunca la figura casi sagrada y el carisma angelical de Jon Anderson, es una canción sublime, mística, y que está completamente identificada con su voz y con su ángel...
Luego con "Life on a Film Set" dieron por concluída la presentación de los nuevos temas, para levantar a todo el estadio con el hit mundial "Owner of a Lonely Heart". El dato curioso es que fue presentada por Steve Howe, que siempre la detestó y además tocó el solo, que jamás ejecutó, ya que siempre estaba a cargo de otro guitarrista (Rabin o Sherwood,  por ejemplo) y por supuesto lo cambió completamente...
La recta final fue una demostración del gran sonido complejo y sinfónico del grupo y las virtudes de cada integrante de la banda. "Machine Messiah", del disco "Drama", que según tengo entendido nunca tocaron en vivo, fue el momento máximo del concierto con una excelente interpretación de Geoff Downes, que casi todo el show estuvo de espaldas al público, y que aquí por fin se luce haciendo maravillas con los teclados, luego saliendo al medio del escenario para demostrar sus habilidades con su teclado portátil. Con la banda a full, en pleno clímax y a pura emoción, una gran versión de "Starship Trooper" finalizaron el set list mientras que el único bis que tocaron al volver a escena fue "Roundabout", uno de los grandes clásicos que nos dejaron para el cierre con la correspondiente y merecida ovación de todo el estadio.
Siempre es un placer ver tocar a Yes, y aunque los hemos podido ver en tiempos mejores y mucho más jóvenes, nos brindaron un show espectacular. Se les nota el paso del tiempo, y como siempre digo, ya no son los mismos...nosotros tampoco...

                                                         Fernando Gonzalez