Transatlantic "Whirld Tour"- Sala Razzmatazz 2, Barcelona - 14-mayo-2010.
“Is it really happening?”
Está pasando esto realmente? o es un sueño el concierto que estamos viendo? Nos preguntábamos mientras en el escenario cinco enormes músicos desplegaban lo que mejor saben hacer: música enorme.
Confieso que el concierto de Transatlantic es uno de los espectáculos más increíbles que he visto en mi vida. Es una extraordinaria experiencia musical que nos lleva por lo mejor del rock progresivo actual. Este auténtico seleccionado de músicos proviene de grandes bandas de diferentes estilos: The Flower Kings, Dream Theater, Spock´s Beard y Marillion, liderados por el talentoso y carismático Neal Morse logran una notable unidad musical y humana.
Después de siete años de su separación, estos músicos se volvieron a reunir para grabar “The Whirlwind”, y por suerte, esta vez la nueva gira europea los trajo a Barcelona.
El set list de “The Whirl Tour 2010” contiene solamente seis canciones, pero su duración es de tres horas y media!
Una estruendosa ovación recibió a estos colosos. Las cuatro estrellas de Transatlantic todos frente al público, con dos tarimas en los extremos se ubicaban de izquierda a derecha: Neil Morse en teclados, Roine Stolt en guitarras, Pete Trewavas en bajo, y el increíble Mike Portnoy en batería (esa posición cerca del público y de costado, permite ver su espectacular manera de tocar). Detrás de ellos estaba el músico acompañante de la gira y líder de Pain of Salvation, Daniel Gildenlöw, con su set de percusión, teclados y guitarras, quien cumple un rol vital como instrumentista, pero fundamentalmente aportando unas voces increíbles.
El concierto arrancó con “The Whirlwind”, el tema estrella de la noche. Una apuesta arriesgada, ya que se trata de una obra conceptual dividida en 12 partes, de casi 78 minutos de duración sin interrupciones. Desde el comienzo con “Whirlwind Overture” la banda brindó una muestra de lo que fue el show: una espectacular demostración de rock progresivo inteligente y melódico. El comienzo fue arrollador. La banda sorprende con su virtuosismo instrumental, voces majestuosas, y transmitiendo confianza, buen humor y diversión. La intensidad de los primeros minutos se detiene y la calma llega con la conmovedora “The Wind Blew Them All Away”, con Neal Morse cantando como nunca, y un solo de guitarra precioso de Roine Stolt. Luego nos cautiva el ritmo predominante de “On The powl”, con el bajo de Pete Trewavas haciendo lo mejor del tema, mientras tanto, tocaban entre gestos y miradas cómplices (sobre todo entre Morse y Portnoy que se hacían señas desde un extremo a otro). Luego el tema cambia a una cadencia con reminiscente tanguera en el comienzo de “A Man Can Feel”, con Roine Stolt en primera voz, que es el tema más “Flower Kings” del disco. Entre risas, comenzaron a tocar “Geting Better” de Los Beatles como broma para la introducción de “Out Of The Night”. Luego, el primer momento intimista de la noche cuando Neal Morse visiblemente emocionado cantaba con la voz quebrada la balada “Red Rose Color Glasses” (canción que Neal escribió cuando murió su padre). El tema llega al clímax con el desgarrador punteo de Roine Stolt. Seguidamente Pete Trewavas va hacia una guitarra acústica que estaba puesta en un atril y toca (con pifie incluído y risas) la intro de “And you and I” de Yes antes de comenzar con “Evermore” y a continuación tocaron “Set Us Free”. Luego la oscura “Lay Down Your Life” con Morse cantando genial, y el grupo haciendo unos contrapuntos instrumentales muy ingeniosos. La banda demuestra más virtuosismo en la instrumental “Pieces Of Heaven”, luego “Is It Really Happening” comienza muy suave y va creciendo gradualmente hasta lograr una tremenda intensidad musical sinfónica en un final muy genesiano y espectacular!
El epílogo de esta magnífica obra es una larga balada de Morse, “Dancing With Eternal Glory”, que retoma el leit motiv de la melodía principal, para terminar con un final épico y una ovación que duró varios minutos.
Luego de esa maratón se tomaron 15 minutos de descanso, que el público aprovechó para dirigirse hacia el stand de merchandising y arrasar con todo.
La segunda parte fue un paseo por su discografía, y comenzó a toda máquina con “All Of The Above” de su primer disco. Con una calidad de sonido notablemente superior, esta parte del concierto fue una exhibición alucinante, una demostración de capacidad técnica de gran nivel, y un trabajo grupal muy sólido. Así se fueron sucediendo las partes que componen esta suite: “Full Moon Rising” a todo ritmo, “October Winds”, “Camouflaged in Blue” con un excelente trabajo de Pete Trewavas poniendo el ritmo jazzero a la canción con su bajo. “Half Alive”, “Undying Love” con un espectacular juego de voces y finalmente “Full Moon Reprise”.
Otro momento cálido se vivió con la hermosa balada de Morse “We All Need Some Light”, esta vez con Roine Stolt en primera voz y Neal haciendo un gran punteo de guitarra acústica.
Continuaron con “Duel With The Devil” la suite que abre el segundo disco. Aquí Roine Stolt brilla por sus punteos de buen gusto y alta calidad, y Mike Portnoy hace uso de toda su artillería de múltiples recursos, haciendo una demostración de su técnica avasallante y sacando conejos de la galera por doquier. Para destacar, los coros espectaculares de Daniel Gildenlöw, quien además es un músico completo, ya que toca guitarras, teclados, percusión y además canta mejor que ninguno. En medio de una extraordinaria jam improvisaron un fragmento de “Highway Star” de Deep Purple y volvieron al tema en la parte final.
El público enloquecido de placer los despidió otra vez con otra ovación de estruendo.
Los bises comenzaron con otra balada, la conmovedora “Bridge Across Forever”, con Neal al piano y Roine Stolt en guitarra eléctrica. La anécdota ocurrió cuando al comenzar el tema algo no funcionaba, entonces Morse y Stolt improvisaron, nada más y nada menos, que la primera parte de “Supper Ready”, de Genesis, cantando con la gente.
Para el final, la obra maestra de Neal Morse, “Stranger In Your Soul”, un auténtico torbellino de energía mediante una demostración de sincronicidad, virtuosismo y cambios continuos de melodías y ritmos. Sin la intro original de cuerdas, comenzaron con el intenso in crescendo de la batería de Mike y los teclados de Neal, la belleza de la primera estrofa de “Sleeping Wide Away”. Luego el clima intenso de “Hanging in the Balance”, una parte heavy compleja en donde se destacan los juegos de voces y cantan todos. Este impresionante delirio musical fue de lo más excitante de toda la noche. El punteo de Stolt lleva todo al comienzo y se engancha el pop de “Lost And Found Pt 2”. Cuando el ritmo se hace más intenso, Morse corre hacia la batería de Mike y la comparten hasta quedar él solo, mientras tanto Trewavas se dirige hacia los teclados con Gildenlöw detrás, y Mike, todo un showman vestido con un mono de Dharma, tiene su momento máximo de gloria cuando se tira al público para darse un baño de multitudes o “crowd surfing” por encima de las cabezas de la gente. Luego de regreso al escenario dijo que era la primera vez que daba toda la vuelta completa a una sala, y amagó con tirarse otra vez….
La calma regresa en “Awakening The Stranger”, luego en “Slide” se lucen todos con las partes instrumentales, cortes, coros y cambios de ritmo, para llegar a uno de los mejores finales de la historia del rock progresivo con “Stranger in Your Soul”, con Neal y toda la gente cantando las últimas frases del tema a pura emoción. El final fue apoteósico. El concierto increíble, intenso, divertido…Algo difícil de repetir.
Un show que hemos disfrutado con todos los sentidos, porque la música de Transatlantic (al igual que la de Los Beatles) te llena de felicidad, y en este caso, en vivo se multiplica por la energía que ganan todos los temas.
Fernando Gonzalez
Video gentileza de Carlos Perrinó
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