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28 abril 2009

David Bowie = Ziggy Stardust

David Bowie "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spider from Mars"




“The Rise and the Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” (La ascensión y caída de
Ziggy Stardust y las arañas de Marte), editado en 1972, es un álbum conceptual y está considerado como uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos, y una obra de arte total.
Convertido en la actualidad en objeto de culto, es una obra cumbre del glam rock (y bien podría ser una ópera rock) que amplió fronteras musicales con su sonido transgresor y sofisticado, y su estética atrevida y ambiciosa.
Cuenta la historia de Ziggy Stardust, un extraterrestre andrógino que viene a la tierra como un redentor anunciando un mensaje apocalíptico (aterriza en el centro de Londres, en Heddon St como se ve en la foto de la portada del disco). La gente lo asciende como un mesías y se convierte en un rock star, pero los excesos lo llevan por caminos de autodestrucción y termina muriendo víctima de la fama en manos de sus fans. Una metáfora para describir la forma de vida de algunas estrellas de rock.
Este personaje define el contexto cultural de toda una época con una estética retrofutura transgresora, ambigua y glamorosa.
Para crear al excéntrico Ziggy, David Bowie combinó la ciencia ficción y el teatro japonés kabuki, pero además se basó en una experiencia personal, cuando en una oportunidad estuvo conversando con el doble de su ídolo Lou Reed, sin haberse dado cuenta, un descubrimiento de que el falso, o el doble, podía ser más verdadero que el original.
Por otro lado se inspiró en el “Elvis francés”, el cantante Vince Taylor, quien realmente era todo un personaje con ansias de mesías y que se suicidó artísticamente ante su audiencia cuando en pleno concierto echó a su banda en medio de un escándalo.
Con Ziggy Stardust, Bowie tenía un alter-ego en el que podría proyectar sus fantasías y aspiraciones de ser una superestrella de rock. Tal vez había conseguido una idea liberadora para sí mismo, como Los Beatles cuando le dieron el protagonismo a la Banda del Sgt. Pepper.
A lo largo del disco se va desarrollando la historia de Ziggy Stardust que comienza con “Five Years”,
Cantada con un tono emocionante profetiza el fin del mundo, al que le quedan sólo cinco años para que desaparezca.
En “Soul Love”, descubre los distintos tipos de amor que reinan en la tierra. En esta canción predomina un ritmo sutil de bajo, y van alternándose coros y sonidos sensuales y salvajes.
“Moonage Dream” tiene un tono más oscuro, y cuenta con un gran solo final de guitarra de Mick Ronson considerado uno de los mejores solos de guitarra de la historia del rock. Mick Ronson además toca el piano y hace coros. En esta canción Ziggy tiene que armar una banda de rock para poder expresar su mensaje a los jóvenes.
El tema que sigue es un clásico de clásicos: "Starman", una hermosa canción que comienza con una guitarra acústica y Bowie cantando muy suave cada estrofa, pero con un estribillo inolvidable, tal vez inspirado en la melodía de “Somewhere over the rainbow” de “El Mago de Oz” (según dicen Bowie quería ser una estrella como Judy Garland).
There’s a starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
En “Starman” narra el mensaje de salvación de Ziggy a los jóvenes a través de la radio.
La glamorosa “It ain´t Easy” nos muestra a Ziggy inmerso en los placeres mundanos, el estribillo suena a una orgía hippie, y es el único tema no escrito por David Bowie.
La preciosa balada “Lady Stardust” con bellísmos arreglos de piano es una de las mejores del disco y en donde Bowie canta magistralmente y demuestra su amplio registro vocal.
El tema “Star” es cuasi punk y cuenta el éxito arrollador de Ziggy. “Hang on yourself" es un rockabilly.
Y llega otra gran canción la famosa “Ziggy Stardust”, que es un himno de Bowie, otro clásico inmortal, sublime y emocionante. Es hoy una de las páginas gloriosas de la historia del rock.
En este tema cuenta sobre la separación del grupo a causa de los excesos de Ziggy.
"Suffragette City", es otra típica canción de glam rock, de ritmo acelerado con piano y vientos, y un estribillo muy pegadizo. Muestra la caída moral de Ziggy que abandona la idea de salvar el mundo para dedicarse a lo que le interesa: el sexo y las drogas.
"Rock´n´Roll Suicide" es el tema del final, es la caída de Ziggy. Bowie comienza cantando en un tono melancólico, en su despedida, un tanto depresiva en medio de la soledad, tema que gana intensa emotividad hacia el final.
Ziggy Stardust se transformó en una poderosa influencia de lo que vendría, marcó la etapa que precedió al punk de los setenta, y a otras corrientes musicales que aparecieron en los ochenta: new romantics, brit pop, entre otros.
Grupos con T-Rex, Sex Pistols, Bauhaus, Suede, Pulp, Marilyn Manson, Nine inch Nails y varios más han reconocido su influencia, por eso creo que si Ziggy Stardust no hubiera existido, la música actual no sería tal cual la conocemos hoy.

                                                   Fernando Gonzalez



17 abril 2009

Queen + Paul Rodgers





Concierto de Queen + Paul Rodgers - "Rock The Cosmos Tour ´08"
Palau Sant Jordi, Barcelona, 22 de octubre de 2008.


Brian May (guitarra, voz y coros), Roger Taylor (batería, voz y coros) y Paul Rodgers (voz principal, guitarra y piano), acompañados de Spike Edney (teclados), Danny Miranda (bajo), y Jamie Moses (guitarra), como músicos adicionales.

Con un comienzo a todo rock: "Hammer To Fall", "Tie Your Mother Down" y "Fat Bottomed girls", Queen puso en movimiento a la máquina del tiempo, la que genera emociones reviviendo clásicos inmortales de toda una época gloriosa.
Una puesta en escena multimedia espectacular, con un combo de grandes éxitos de Queen, Bad Company y Free más la presentación del nuevo álbum, “The Cosmos Rock”, fue el contenido de un concierto en donde la emoción fue la protagonista principal de la noche.
Siguieron con las famosas "Another One Bite The Dust" (tema de John Deacon, ya retirado de la música), "I Want It All" y "I Want To Break Free", para el delirio de todos los que allí estábamos.
Brian May y Roger Taylor ya son prácticamente unos mitos vivientes.
El acople de Paul Rodgers, que es un gran cantante, a veces no encaja del todo a pesar de que luce sus dotes de gran frontman y su excelente voz, siempre se lo notó más suelto en las canciones más rockeras. Cabe aclarar que Paul Rodgers no hace de imitador de Freddie Mercury en ningún momento, aunque dejo aclarado que nadie en el mundo puede sustituir al coloso Freddie Mercury.
Y eso queda demostrado durante varios momentos inolvidables cuando la banda nos estremece en cada homenaje que le brindan sus ex compañeros al gran Freddie, ya sea en el set acústico de Brian May emocionado, cantando “Love Of My life”, o en las apariciones en pantalla gigante, las que generaban ovaciones de todo el estadio.
Brian May, muy comunicativo con la gente, habló en español para presentar a su mejor amigo, Roger Taylor, y juntos tocaron en la pasarela “39” en versión unplugged junto a los músicos que los acompañaban.
Roger Taylor, vestido de blanco, al frente del escenario de la pasarela, bien cerca de la gente, comenzó su curioso solo tocando fragmentos de "Under Pression" y "Another One Bite The Dust", golpeando sobre las cuerdas de un violoncello eléctrico sin caja a modo de sampler. Luego con un redoblante y un bombo, mientras los asistentes le iban armando la batería a medida que él tocaba, Roger incorporaba los elementos añadidos hasta que finalmente quedó completa, algo muy original y divertido.
Y así llegó su gran momento cuando cantó con su nueva batería, ya completa, “I´m In Love With My Car” y "A Kind of Magic".
Paul Rodgers vuelve a escena luego de más de media hora de ausencia y así tocan uno de los temas nuevos “Say It's Not True”(dedicado a Nelson Mandela). Él también tuvo su papel de protagonismo cuando sonaron las canciones de sus antiguas ex bandas Bad Company y Free: 'Seagull', 'Bad Company' (sentado al piano de cola) y 'All Right Now'.
Luego llegó el momento del solo de Brian May, con su guitarra "Red Special", ya un clásico que en su época fue vanguardista y novedoso en técnica y más aún por los recursos tecnológicos empleados, ahora se lo notó desactualizado, lejano y por momentos un poco largo. Pero se lució en la instrumental “Bijou” (con proyecciones impactantes y la voz de Freddie) y en su tema propio “Last Horizon”, fue ovacionado en cada intervención.
Siguieron con un bombardeo de hits: “Radio Ga Ga”, “Crazy Little Thing Called Love” y “The Show Must Go On”.
En la recta final del concierto, aparece Freddie Mercury proyectado en la pantalla gigante cantando al piano, su “Bohemian Rhapsody”, dando la sensación de estar presente, ya que se trataba de una grabación en vivo. Mientras tanto la banda se va acoplando simultáneamente para finalizar con Paul Rodgers y Freddie Mercury cantando a dúo la última estrofa. Un momento único y emocionante!
Los bises llegaron de la mano de “Cosmos Rockin´” “All Right Now” y para el cierre, la marca registrada de los himnos triunfales: “We Will Rock You” y ” We Are The Champions”, canciones que ya son parte de la historia grande del rock.
Queen + Paul Rodgers volvieron a Barcelona después de tres años y lo hicieron mucho mejor, con más energía y brindando un show con temas inolvidables y un brillante espectáculo.

                                                  Fernando Gonzalez




14 abril 2009

Robert Fripp´s Unstoppable Rhythm Machine



Robert Fripp & The Orchestra of Crafty Guitarists
Teatro La Unió de Sant Cugat. Barcelona. 27 feb. 2009.


Con las siguientes palabras nos encontramos en la puerta del teatro al momento de ingresar para ver la actuación de Robert Fripp & The Orchestra of Crafty Guitarists:
“Muchas gracias por vuestra presencia e interés en nuestro trabajo. Les rogamos encarecidamente que por favor no tomen fotografías con cámaras con o sin flash, teléfonos móviles, tampoco filmaciones ni grabaciones. Ésto perturba nuestro trabajo mucho más de lo que podemos explicar con palabras. Si lo desean, relájense y entren en nuestro espacio de performance con buena voluntad. Su apoyo es imprescindible para nosotros. Gracias.”
Luego en la sala fue anunciado por los músicos en diez idiomas como para que quede bien claro…
The Orchestra of Crafty Guitarists no es más que The League of Crafty Guitarists transformada ahora en Orchestra, una propuesta experimental con cuarenta músicos, alumnos de la escuela interactiva de Fripp de distintas nacionalidades.
Fue un concierto para nada convencional que en realidad pareció un happening experimental de improvisación colectiva y pedagógica en el mejor de los sentidos.
Los cuarenta guitarristas se situaron en formación de dos círculos concéntricos con el público alrededor, y con Fripp indicando cada comienzo y cada cambio de sentido.
Después de una entrada en calor y con mucha concentración como las orquestas sinfónicas, Robert Fripp señalando a uno de los guitarristas ordenó en voz alta:
"You, are an unstoppable rhythm machine!" Y la máquina de dos círculos se puso en funcionamiento.
Cada músico tocaba un acorde disonante o rasguido percusivo pasando el turno al que tenía a su lado y así hasta completar el círculo infinidad de veces, logrando mediante la superposición de capas y secuencias matemáticas una red acústica y disonante. Los sonidos de los dos círculos concéntricos iban en sentidos opuestos.
Por momentos se lograban disonancias interesantes, pero por otro lado causaba un efecto monótono, tal vez el objetivo buscado era lograr texturas más sónicas que musicales, sin armonía alguna.
Robert Fripp, personalidad respetada si las hay dentro del ambiente musical, en esta performance no tiene el rol protagónico, y prácticamente se limita a controlar este concepto de circularidad musical.
A modo de interludio entre las performances de la Orquestra, hizo su presentación Zum, trío argentino-japonés, cuyos integrantes tocaron magistralmente un ecléctico repertorio en formato acústico que incluyó temas de su disco “Ángel suite” con música de Astor Piazzola, Stevie Wonder y The Beatles entre otros.
Sus integrantes: Luciano Pietrafesa, Fumihito Hatano y Shinkuro Matsuura son guitarristas experimentados que también forman parte de The League of Crafty Guitarists, y paralelamente desarrollan este proyecto tocando por escenarios de todo el mundo.
Al finalizar la actuación de Zum, la Orquestra irrumpe nuevamente en la sala pero esta vez rodeando a la platea y ocupando todo el perímetro.
La imparable máquina de Robert Fripp envolviendo con sus ráfagas sónicas contínuas al público, logra un efecto mucho más contundente y sorprendente.
Robert Fripp como músico de culto sigue generando debates y las mismas reacciones entre el público desde que comenzó con la experimentación sonora ya que hubo un abanico de diversas opiniones acerca de esta performance que van desde calificarlo como una genialidad a un suplicio, o como vanguardista hasta de no tener ninguna cualidad musical, lo concreto es que este happening nos dejó una extraña sensación.

                                                         Fernando Gonzalez


03 abril 2009

A Don Raúl Alfonsín.



Nace una flor, todos los días sale el sol
de vez en cuando escuchas a aquella voz
como de pan gustosa de cantar en los aleros de la mente con las chicharras.
Pero a la vez existe un transformador
que te consume lo mejor que tenés
te tira atrás, te pide más y más
y llega un punto en que no querés.

MAMA LA LIBERTAD, SIEMPRE LA LLEVARÁS DENTRO DEL CORAZÓN.
Te pueden corromper, te puedes olvidar, pero ella siempre está.

Ayer soñé con los hambrientos, los locos,
los que se fueron, los que están en prisión...
Hoy desperté cantando esta canción que ya fue escrita hace tiempo atrás...
Y es necesario cantar de nuevo una vez más...


("Inconsciente colectivo" by Charly García)

02 abril 2009

Porcupine Tree en vivo

Nota publicada en www.mellotronweb.com.ar (Oct.2008) - Argentina.




Concierto de Porcupine Tree Sala Apolo, Barcelona, 11 de octubre de 2008.


Porcupine Tree es hoy en día una de las bandas más influyentes de nuestro tiempo (a mi entender la mejor), de eso ya no quedan dudas, junto con otras es la vanguardia del progresivo actual sin caer en lugares comunes, sin hacer revisionismo histórico de las grandes formaciones de los años setenta, y sobre todo sin autoplagiarse, ya que cada nuevo trabajo es un ejemplo de evolución, originalidad y calidad.
Toda su discografía demuestra la amplia gama de registros estilísticos combinados en uno propio que Steve Wilson sabe componer y producir brillantemente.
Esta actuación en Barcelona forma parte de la gira de Fear of a blank planet - Nil recurring, y los que tuvimos el privilegio de estar allí el 11 de octubre pudimos presenciar un adelanto de lo que serán sus conciertos en Tilburg, en donde la banda grabará los días 15 y 16 su segundo dvd en vivo.
Ya en escena, Steve Wilson, muy suelto como en toda la noche, con su guitarra electroacústica tocaba los primeros acordes de Normal, canción hermana gemela de Sentimental.
Con armonías vocales muy logradas, arreglos acústicos y entradas contundentes, comenzaba un concierto cuyo repertorio elegido, si bien pasó por el camino que la banda transita en la actualidad, más duro y más potente, la inclusión de temas antiguos en el concierto quizás obedezca a que quieren remarcar que apuestan por todo lo que han hecho y por ser un grupo multimodal y sin restricciones.
Siguió Blackest Eyes, tema que por estas tierras sonó bastante en las radios; a partir de ese momento el público se sintió protagonista acompañando con las cabezas el pegadizo riff de guitarra y respondiendo al final con una ovación impresionante.
La excitación disminuye en el siguiente tema dando paso a la tranquilidad de Stars Die que con sutiles juegos de voces y teclados nos lleva a una atmósfera flotante; y esa atmósfera tan delicada va creciendo en What happens now?, transformándose en una fuerza arrolladora que nos introduce al clima de lo que vendrá...Anesthetize.
Es el momento de una obra maestra colosal, lo mejor del concierto, un tema que verlo tocar en vivo resulta toda una experiencia porque es impresionante en todo su desarrollo, sublime para los sentidos, tierno y brutal…
Este tema vale por sí solo todo el concierto, su totalidad provoca una energía especial, es una creación de una belleza y una estructura musical abrumadoras.
Cada integrante goza de su momento de lucimiento individual, Richard Barbieri en teclados, es un talentoso de los arreglos, aunque abusó un poco de los samplers en algunos pasajes, y Colin Edwin en el bajo, muy concentrado, combina el buen gusto con claridad y precisión, pero el que hace delirar al público es el extraordinario baterista Gavin Harrison quien emplea toda una artillería imaginativa de combinaciones complejas e increíbles, es un virtuoso de su instrumento, su técnica es perfecta, y le da al grupo una potencia estremecedora.
Pero él sólo es una soberbia muestra de la increíble versatilidad de la banda, que durante los casi 18 minutos de placer total que dura la canción nos pasean por lo máximo que Porcupine Tree es capaz de ofrecer.
(Solamente una vez en mi vida había tenido la sensación de decir: “no puedo creer lo que estoy viendo!”, fue en un concierto de Magma en Niza cuando tocaron un tema que duró 40 minutos de locura progresiva, y me quedé extasiado, y dije como Víctor Hugo entre lágrimas de emoción: “barrilete cósmico, de qué planeta viniste!...”)
Porcupine Tree nos hizo tocar el cielo con esta sublime canción, solo queda decir una sola palabra: Gracias!
Los que vieron el concierto de Madrid un día antes tuvieron la suerte de apreciar el video proyectado en la pantalla gigante (que por razones de tamaño del escenario de Barcelona, no se pudo armar), y así poder disfrutar de las imágenes que dan mayor énfasis a lo que transmite este temazo, desde la inocencia del comienzo hasta el momento del clímax que se produce en la segunda parte cuando aumentan las distorsiones de las guitarras, la canción estalla y el niño protagonista del video enloquece.
Mientras tanto, la belleza de la tercera parte nos conmueve, y finalmente el tema de desvanece, se apaga lentamente, y todo se transforma en una ovación entre gritos y aplausos.
Siguió Open Car, un buen tema de Deadwing, y a continuación vivimos otro de los momentos gloriosos del concierto con Dark Matter, delicadísima canción que combina perfectamente los tramos instrumentales de hermosas texturas, con los vocales, un guiño para aquellos fans que añoran los temas de la etapa Signify.
La poca iluminación de la sala le quitó un poco de parafernalia al show, por lo que todo se centró mucho más en lo musical y por otra parte hizo que se creara una armonía intimista entre el grupo y el público.
Wedding Nails el único instrumental de la noche, sonó vertiginoso y contundente, luego siguieron Strip the Soul y 3, unidas como fueron concebidas en las maquetas previas a la grabación de estudio.
Un comienzo con el bajo profundo de Colin Edwin, de una sofisticada simpleza, y un desarrollo de claroscuros misteriosos. A veces da la sensación que Porcupine Tree mejora sus versiones de estudio.
Para la siguiente canción, Half Light, cara B del single Lazarus, Wilson utilizó su juguete nuevo, una guitarra muy novedosa que tenía en su diapasón una pantalla que proyectaba imágenes de colores. La melodía fluye entre suaves arreglos, cantada casi susurrando, fue el momento de mayor ternura del concierto en donde brilló la voz de John Wesley, parte fundamental de la banda en vivo, excelente en voces y armonías, muy bien en segunda guitarra, pero inseguro en los punteos. Una lástima que su solo en Anesthetize, originalmente tocado por Alex Lifeson, no haya estado al mismo nivel…
Se nota una buena vibración entre los músicos, muy compactos como grupo, Steve Wilson mucho más comunicativo habló bastante con la gente, se expresó y disfrutó más que en los conciertos previos, por eso, el público respondió siempre con una entrega total.
Él fue el personaje de la noche, genio de múltiples proyectos, casi siempre detrás de su flequillo lacio, para algunos es un genio arrogante, nosotros tuvimos la suerte de cruzar algunas palabras con él después del concierto, y nos atendió muy gentilmente a pesar de estar algo cansado, y nos pareció una persona introvertida y algo tímida.
Ya en el último tramo tocan los dos temas que cierran el disco Fear of a blank planet: Way out of here y Sleep togheter, con un final contundente en donde abundan la sofisticación y algunos toques psicodélicos, algo así como zeppeliano-beatlesco (reminiscencias de No quarter y I am the walrus), que seguramente fueron inspiración para Dave Stewart en la creación de los arreglos orquestales hermosamente ejecutados por Richard Barbieri.
Un final espectacular y una larga ovación!
Al regresar para los bises, la angustia de Sleep of no dreaming nos emociona, y finalmente Trains una joya que Steve Wilson remarcó que fue tocada en vivo por primera vez en el 2003 en la sala Bikini de Barcelona durante la gira de In Absentia (yo estuve presente!).
Porcupine Tree suena tan bien en vivo que creo que cualquier concierto podría ser editado.
Ahora resta esperar la edición del próximo dvd para disfrutar nuevamente de esta banda que alcanzó la madurez casi desde el principio.

                                                Fernando Gonzalez