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18 febrero 2009

Yes en concierto



Yes en Barcelona.  Razzmatazz 20-07-2003
Nota publicada en www.agendasanmiguel.es (Jul.2003) - Barcelona.

Es un sueño ver una reunión de genios, semejantes monstruos, en un mismo escenario? Existe en la actualidad un grupo que nos muestre tanto talento individual y colectivo y un bagaje musical tan amplio y ecléctico? Tanta excelente música al más alto nivel? La respuesta es: YES. Ya sé que algunos escribirán las estupideces de siempre como “dinosaurios” y que el rock progresivo - sinfónico pertenece al pasado. Típicas críticas de los que no saben nada de buena música y se pierden por las tendencias comerciales, por lo efímero de la moda y por la tecnología del momento. Porque estamos ante la presencia de un clásico atemporal, porque Yes sobrevivió a las modas, y porque, como dijo Jürgen Habermas: “ Una obra moderna
llega a ser clásica porque alguna vez fue auténticamente moderna”, la obra de Yes (como la de Beethoven en su época) fue realmente vanguardista, y ahora es clásica, cualidad que trasciende las fronteras, las generaciones y el tiempo, y que algunos de los grupos actuales llegarán a tener, y muchos que se creen inventores nunca tendrán y pasarán al olvido.
El concierto
Desde que comenzó este “Full circle tour” de Yes por Europa, el lleno total de las salas es una constante y
fue exactamente eso lo que pasó en Barcelona: Razz a tope! El set elegido para esta gira comprende material de su época de gloria (años 71-78) y del último trabajo en estudio “Magnification” de 2001, que muestra la calidad vigente del grupo en la actualidad. No incluye material del período pop-sinfónico de Trevor Rabin (´83-´94), ni de los soberbios “Keys to ascention” (´96-´97), ni de la etapa con Billy Sherwood (´98-2000). Había mucha expectación por ver a Rick Wakeman otra vez en la banda, ya que desde los inolvidables recitales realizados en Marzo de 1996 en San Luis Obispo no se reunía con Steve Howe, Jon Anderson, Chris Squire y Alan White, quienes bajo esta formación, de las muchas que tuvo Yes, con tantas idas y venidas, en su larga trayectoria, han dejado obras memorables.
La magia de Yes, siempre cercana al surrealismo, estuvo presente en todo momento, demostrando una vez
mas de lo que estos cinco grandes son capaces de ofrecer con un repertorio de lo mejor en el que
estaban incluídos algunos temas que por su duración (Awaken), belleza y profundidad mística (And you and
I), clima intimista y texturas ( In the presence of ), complejidad instrumental (Heart of the sunrise,
Siberian Khatru), cambios de ritmo y juegos de voces ( I´ve seen all good people, Long distance runaround), y gratas sorpresas ( la conmovedora South side of the sky), tienen formato de suite, y en los que cada integrante puede desarrollar todo su talento y maestría sobre el escenario; además de un gran
festival de egos (cada uno tuvo su solo y su correspondiente ovación). Si bien el coloso Rick Wakeman impacta por la parafernalia de sus teclados y por las maravillas que hace sobre todo en su set solista (tan esperado por todos) en el que despliega toda su capacidad instrumental y sensibilidad creadora, es el maestro Steve Howe quien lleva el liderazgo musical con imaginativos y climáticos arreglos de
guitarras, y por su parte el trabajo que el monstruo Chris Squire realiza con el bajo (tocó hasta con un
bajo de tres diapasones y 16 cuerdas !!!) tiene una fuerza animal y una profundidad de alma realmente
impresionante. Jon Anderson, el místico del grupo, este frontman espiritual es un artista de verdad,
cada día canta mejor y ejecuta una gran variedad de instrumentos de cuerda y percusión, y Alan White
reparte golpes en su batería con una energía y precisión notables, teniendo en cuenta las complejas
variaciones rítmicas que lleva cada tema. Es notable la armonía y el buen humor reinante entre
los músicos, y para destacar, además de las cualidades individuales de los integrantes, el equilibrio que
logran entre los pasajes melódicos y los de “escaparatismo virtuoso”. Una actuación excelente!
La intensidad fue tan alta que las dos horas y media que duró el concierto se nos pasaron volando. Pero
volando en el espacio sideral parecíamos estar todos en varios momentos, sobretodo cuando los músicos se
despachaban a gusto en las largas improvisaciones y duelos instrumentales.
Toda esta combinación de ingredientes dieron como resultado un concierto alucinante e inolvidable!
Yes hoy, tras mas de treinta años de carrera y gran cantidad de discos memorables, siguen alumbrando el
camino, siguen demostrando porque son próceres absolutos del rock, que se encuentran como en su mejor
momento, y que por suerte tienen muchísimo para dar.

                                                   Fernando Gonzalez

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