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09 marzo 2009

Arpan, poesía en el Rock




Arpan - "El mismo sol"

Vamos amigo, no sé muy bien qué nos pasó
tan sólo vimos que un ancho mar nos separó
Tan difícil es pedir perdón...
Tanto orgullo un ángel derribó...
Vamos amigo, no más distancia entre los dos
cuenta conmigo, el día aún no terminó
porque uno no es mejor que dos
porque aún nos quema el mismo sol.


Arpan - "En otoño"

Se fue esta vez dejó su cama buscando el sol una mañana
se quedó su dolor ahí y su mirada en mí...
Una canción también lloraba y ese café quedó en la nada...
En otoño las hojas van siempre al mismo lugar.
Pero algo se llevó porque le pertenecía,
como un viento se llevó varias hojas de mi vida.
Cuando alguien se nos va no se va solo,
quizás sea ése el mejor modo para juntos volver,
volver a estar.


Arpan - "Tarde gris"

Cae la lluvia en cámara lenta, llora la tarde no sé qué dolor,
sólo busco en el humo que flota alguna respuesta
y en el alcohol puedo contar cada gota de lluvia
y en cada gota me veo caer...
Los minutos eternos durmientes que ya nada anuncian,
esa canción duele otra vez...
Un sueño se escapó y yo atrapado aquí
buscando una razón entre mi pena y esta tarde gris.
Un cielo líquido en mi ventana
trampa perfecta para mi ansiedad,
y mi mente vagando por calles vacías sin nada
perdido estoy, es la verdad...
Un sueño se escapó y yo atrapado aquí
buscando una razón entre mi pena y esta tarde gris.


Arpan - "Una antigua condena"

Si alguna vez emprendo un viaje hacia tus ojos
quizás ya nunca pueda volver.
Es ése un paraíso que Dios hizo a su antojo
fruto prohibido guardo en mi ser
una antigua condena, un amor de quimera
y en silencio una espera en busca de un amanecer...
Todo está tan intacto, nunca durmió mi sueño
y los relojes suelen volver como hojas en el viento
a hablar de mi secreto que me sentencia a padecer
una antigua condena, un amor de quimera
y en silencio una espera en busca de un amanecer...
Hoy voy tratando de envolver mi penumbra en un papel.
Hoy voy tratando de encender una luz que quiera ser
algún resquicio del sol, algún resquicio del sol, algún resquicio del sol...


Letras y música de Marcelo Gonzalez








08 marzo 2009

Genesis en Bruselas

Nota publicada en www.mellotronweb.com.ar (Jul.2007) - Argentina.



Genesis Turn it on again tour - Stade Roi Baudouin, Bruselas. 24-junio-2007.

A veces es difícil hacer un comentario imparcial cuando un artista significa tanto para la música como para quien escribe esta crónica, porque haber visto a Genesis en vivo, aunque sea en lo que puede ser su recta final, es una experiencia inolvidable.
El repertorio elegido para el Turn it on again tour, es una recopilación que recorre durante más de dos horas y media el eclecticismo de su discografía, y para complacer a la heterogeneidad de sus fans lo hacen alternando temas de sus diferentes épocas: con canciones más largas y complejas, para los más exigentes en formato meddley, junto a los recordados hits radiales.
Mientras esperábamos en el estadio el comienzo del show, las tribunas se iban llenando lentamente bajo una constante llovizna, y frente a nosotros se levantaba el megaescenario en forma de corona, con una pantalla enorme detrás y dos ovaladas a los costados en donde se proyectaba un agobiante bombardeo de merchandising.
Cuando Genesis subió al escenario con las últimas luces de la tarde-noche, la lluvia ya no importaba, y el público, que no es tan efusivo como el nuestro, los ovacionó con gritos y aplausos, porque se hacía realidad esta reunión tan esperada por todos desde 1993, y porque varias generaciones crecieron con sus temas, que a través de los años han marcado la historia del rock sinfónico en los setenta, y también al pop en los ochenta.
Entonces se oyeron las primeras notas de este mágico encuentro al que dieron comienzo con una selección del álbum Duke, que incluía Behind the lines (sin la parte cantada) enganchada con el breve Duke´s end formando un solo tema instrumental en donde la banda adquirió el protagonismo, y más allá de cualquier parafernalia y éxitos comerciales, son una banda sinfónica.
Seguidamente Phil Colins pasa al frente para cantar el hit radial Turn it on again que inyectó al show los primeros sonidos pop, y en la misma línea continuaron con No son of mine y Land of confusion.
A continuación, el segundo meddley, que hizo alucinar al estadio, comenzó a pura intensidad con In the cage, con la imagen de una figura humana enorme corriendo por detrás, siguió una versión instrumental majestuosa de The cinema show, con Tony Banks inmenso en los teclados (nos recordaron a Three sides live). La alquimia entre Genesis y el rock sinfónico nos estaba regalando una noche inolvidable. Seguidamente una versión algo breve de Duke 1s travels con algunos arreglos nuevos, finalizando con la memorable Afterglow, una de las más grandes creaciones de Genesis, con su espectacular final entre los colchones de coros de los teclados de Banks y el punteo del bajo de Rutherford, tan emocionante que provoca el deseo de que siga para siempre.
Ésta fue una de las mejores partes del concierto, y la gente sencillamente deliró.
Hold on my heart, a pesar de ser una balada melosa de Phil Colins, fue un relax después de tanto sinfonismo.
Phil estuvo muy gracioso haciendo chistes en perfecto francés para presentar el hit Home by the sea, y vuelve a la batería para tocar magistralmente la instrumental Second home by the sea, enganchada con la anterior. También, sentado en la batería cantó hit Follow you, follow me, la versión fue muy ligth, pero con un sonido perfecto.
El momento central de la actuación se produce cuando tocan lo que para mí son las mejores líneas musicales jamás escritas en la historia del rock sinfónico: Firth of fifth, su obra cumbre.
Sin la sublime introducción de flauta de Gabriel o las bellísimas notas del solo de piano de Banks, igual es la mejor parte del concierto, por el impresionante desarrollo instrumental, el talento y la energía con la que la ejecutan.
Arranca Tony Banks arrasador, demostrando que él es el espíritu musical de Genesis, Chester Thompson doblándose con Phil Colins en las baterías, despliegan lo mejor de sí, y brillan junto al bajo de Mike Rutherford como en sus mejores momentos, pero quien adquiere un protagonismo relevante en este tema es Daryl Stuermer haciendo un solo de guitarra estremecedor, que se funde con la intro de I know what I like como lo hacían en la gira anterior, pero esta vez con un toque mágicamente emotivo cuando aparecen proyectadas en tamaño gigante una serie de imágenes de ellos en sus comienzos incluyendo a Steve Hackett y Peter Gabriel.
Podríamos tomar este gesto como un guiño a los dos grandes ausentes(?)…o solamente como un homenaje a lo que fue su mejor formación cuando entonces “quedaban” cinco…
Pero aún faltaba la performance de Phil Colins en este tema golpeando la pandereta con varias partes de su cuerpo y en perfecta sincronización de movimientos con las imágenes de la gira del ´76, en la que se lo veía 30 años más joven, lanoso y barbudo.
Todo un showman haciendo participar al público y llevándose una gran ovación.
Con el hit Mama logran otra vez un equilibrio pop después de tanta demostración de talento sifónico. En este tema aparece la cara espeluznante de Phil Collins del tamaño de la pantalla gigante!
Ripples, otro gran momento del concierto, con una puesta en escena que reflejaba la belleza acústica y la paz de la canción, con un cúmulo de imágenes de una plena calma en un fondo de naturaleza y colores verdes que creaban un clima intimista.
Throwing it all away fue una fiesta con el público como protagonista acompañando a Phil cantando esta canción tan pegadiza.
Hay que destacar que Phil Colins cantó estupendamente, a los 56 años su voz sigue estando intacta en los temas más exigentes, pero su actuación como frontman de la banda ya no tiene la chispa de antes, aunque es un monstruo, como cuando dominando multitudes se divertía con la gente, que se fue entregando absolutamente a los juegos entre tribunas que él proponía antes de tocar la siguiente canción.
Domino, simplemente un momento que disfrutamos mucho entre las sutilezas del comienzo que va creciendo en fuerza hasta el final, acompañados de un juego de luces totalmente innovador.
Seguidamente Chester y Phil comenzaron frente a frente lo que ellos llaman “Drum´s duet”, golpeando el banquito de la batería de Chester, se fueron separando hasta alcanzar cada uno la suya, tocando a la perfección cada golpe al mismo tiempo, como si hubiera un eje de simetría imaginario entre ellos, situación que se reforzaba aún más ya que uno es zurdo y el otro diestro. Es notable la variedad de recursos que emplean desarrollando una gran capacidad técnica e imaginativa, tocan la batería como los dioses y además se conocen de memoria.
Este impresionante duelo de baterías finaliza con la incorporación del resto de la banda para la interpretación de Los endos, en otra gran demostración instrumental.
En la recta final llegaron más éxitos comerciales, primero la balada Tonigth, tonigth, tonigth, y luego sus mayores hits, Invisible touch, canción que hizo bailar a todo el mundo y la divertida versión de I can´t dance, con Phil, Mike y Daryl en su danza lenta recorriendo el escenario mientras se multiplicaban proyectados en la pantalla gigante una multitud de hombrecitos de colores que caminaban como ellos.También la gente se divertía sobre el césped haciendo largos trencitos al ritmo del riff de la canción.
Final con fuegos artificiales y muchas sonrisas. Después de tanta adrenalina, el único bis que tocaron para el cierre nos llegó directo al corazón cuando el piano de Tony Banks comenzó a tocar la sutil intro de Carpet crowlers, esta joya en forma de canción fue el broche de oro, como se merece un concierto de este nivel, un regalo para los que amamos la música de Genesis, y tal vez una señal para que Peter Gabriel y Steve Hackett se sumen en el futuro a la magia que estos colosos logran transmitirnos y que por muchas razones nos dejan la mejor sensación y el total convencimiento de haber cumplido un sueño...

                                                          Fernando Gonzalez




03 marzo 2009

Ciruelo Cabral "El señor de los dragones"



Gustavo Cabral (1963), alias Ciruelo, es un artista argentino, ilustrador mundialmente reconocido como un referente dentro del Fantasy Art.
Desde niño fue amante de los comics, la literatura y el cine fantásticos, su vocación nació al descubrir a Roger Dean, y ser daltónico no fue un impedimento para desarrollar su capacidad creativa. Estudió diseño publicitario e información.
Sus primeros trabajos como ilustrador aparecieron en publicaciones como Humor, Fierro, Playboy entre otras.
En 1987 se estableció en Barcelona (Sitges), lugar que le permitió realizar trabajos para importantes editoriales de Europa y Estados Unidos, y desarrollar una obra mágica y creativa, especializada en dragones.
De aquellos años se destaca la realización de las portadas para la trilogía "Chronicles of the Shadow War", escrita por George Lucas.
La estética que abarca Ciruelo corresponde a la de la Edad Media comparada con la obra “The Lord of the ring” de Tolkien, en donde abundan símbolos y personajes de la fantasía celta como hadas, magos, elfos y por supuesto dragones, a ese estilo se lo conoce como “Fantasía épica”.
Ha publicado varios libros y recientemente ha diseñado el dragón para la película "George and The Dragon".

“Mi arte habla del lado del ser humano como habitante, en contacto con estas cuestiones mágicas del planeta. Es un medio de expresión para realzar lo mágico de la cotidianeidad”.


La relación entre la música y sus dibujos se dio cuando ilustró las portadas de muchos músicos importantes, y una de las primeras fue para la banda de sonido de "Hombre mirando al Sudeste” de Eliseo Subiela, con música de Pedro Aznar.






Entre los músicos argentinos ilustró las portadas de "Edad luz" y "Constructor de almas" del sensacional bajista Marcelo Torres, y de otra banda de sonido, "Fuego Gris" con música de Luis Alberto Spinetta.







Al igual que Roger Dean, también Ciruelo incursionó por el rock sinfónico, en este caso con la portada de "Adam & Eve" del grupo sueco The Flower Kings.








Para Ciruelo la música es una gran fuente de inspiración, y para su amigo Steve Vai (ex guitarrista de Frank Zappa) diseñó el arte de tapa de varios de sus discos.
Otras portadas para destacar son los trabajos realizados para Agitation Free, Magnum y Northwind entre otros.







Ciruelo inventó la técnica de petropictos (petro: piedra, picto: pintura), que consiste en dibujar sobre piedras, inspirándose en sus relieves, texturas y naturaleza, y descubrir nuevas figuras sin alterar su forma original, y de esa manera a través de la pintura logra una escultura.

01 marzo 2009

Cece Giannotti - Noctámbulo





Cece Giannotti – Noctámbulo (2004)

“Mientras la noche cierra su cortina negra de terciopelo a la luz del día, me invita a entrar en un lugar íntimo e introspectivo. Me siento en mi estudio de grabación y recibo su música, sus humores, sus sonidos nocturnos soñadores. Noctámbulo es un diario de 21 fotos acústicas que he compuesto durante los últimos tres años, que descubre una parte íntima y misteriosa de mis noches.”
El prólogo de Cece Giannotti, músico canadiense de origen italiano, que vive y trabaja en Barcelona como músico y productor.
Es un placer descubrir esta maravilla! Una obra que emociona, reflejo del alma de este músico increíble: Cece Giannotti, tan grande como su talento.
Como en plena profundidad de un noche soñadora da comienzo este hipnótico e instropectivo viaje que la música de Cece Giannotti nos brinda en “Noctámbulo”, obra conceptual pero que a la vez es un tesoro atemporal que contiene un delicado equilibrio entre lo meramente musical y lo espiritual.
El disco comienza con “Right and wrong”, una especie de intro étnica acústica, llena de un misterioso existencialismo.
Sigue con la frescura folk-rock de “Send me a sign” en donde Cece, en babelística intervención de lenguas, canta con su voz cálida y gastada.
Una canción simplemente genial, de hermosa melodía acompañada de sonidos cuya multiplicidad cultural nos muestra este signo de los nuevos tiempos de fusiones étnicas como lenguaje universal. El tema se va cantando ese pegadizo estribillo que dice: “Voy haciendo tierra moviendo mi raíz dentro de mí, dentro de ti…”
“Eye fall into your eyes”, otra preciosa canción acústica con una mandolina como pricipal protagonista. Un deleite para los oídos exquisitos.
Como un primer interludio aparecen unos bellísimos instrumentales, primero “Axe, Axe Cece”, que se desarrolla sobre un ritmo más íntimo de una percusión intensa, predominando las guitarras mediterráneas, en donde se oye una voz oriental, ganando intensidad sobre el final.
“Seven Sisters” otra maravilla instrumental, se sitúa en la línea de la anterior pero en cambio las guitarras le dan más protagonismo a un ritmo más intenso y constante. Continúa flotando esa voz oriental, como un mantra, que le da un toque increíblemente misterioso. Finalmente el tema se diluye dentro de un suave terremoto rítmico.
“Ojos con alas” es la segunda canción cantada. Es una canción de luz, una poesía hecha canción, sincera y emotiva. Una cálida textura es el fondo para un precioso texto que se escucha sobre unos arreglos celestiales de teclas y guitarras. Ojos con alas es una canción de esperanza, como una invitación a la redención: “Yo sólo quiero oir tu voz porque cuando hablas I´m not alone.”
El segundo interludio instrumental comienza con “Asian boat”, que introduce el sítar y profundiza un poco más en la experimentación dentro una atmósfera increíble, con reminiscencias de Afro Celt Sound System, pero lejana y misteriosa, como de otros tiempos que nos lleva hacia lo desconocido, y se continúa en “Sliding doors” en donde todo lo oriental gana en intensidad.
La sofisticada “Dreamberry” es simplemente la mejor canción del disco, es una melodía pop sobre una base flamenca perfectamente ejecutada llena de riqueza instrumental, en donde se lucen los juegos de percusión y los sutiles arreglos de las guitarras acústicas españolas.
La lucidez y el estilo de este tema brillan con luz propia, creando una preciosa fusión al mejor estilo de las composiciones de Peter Gabriel en su disco “SO”, porque tiene la fuerza melódica de "In your eyes" y la melancolía de "Mercy street".
“You are here” comienza como un lamento existencial que se consuela con la música.
La cálida paz llega con “Dragon tail”, una suave canción con arreglos de slide guitar. “Ésta fue escrita en marzo de 2000, el año del dragón acababa de entrar en el calendario chino. Me imaginaba a esta criatura mítica majestuosa descansando pacíficamente en su cueva y decidí escribirle un arrullo…”
En una línea musical acústica similar se desarrolla “Waterkerouac”, aunque más oscura y emotiva.
“Seven White” es una melodía folk, parecida a “Dreamberry” pero cantada en un tono más nostálgico y con un coro muy pegadizo.
Este espíritu con aires mediterráneos se continúa en “Lluvia y lágrimas” en donde hay un precioso juego entre bajo, saxo y guitarra.
“En la orilla de mi alma / un caballo galopaba / Me perdí entre dos aguas / Lluvia y lágrimas
En tu silencio, mi intuición / en tus ojos mi perdición / entre dos aguas / Lluvia y lágrimas”.
En la siguiente canción, “Tonight the motherland”, Cece mantiene un tono suave y melódico. Una flauta une este tema con la siguiente canción “Firebird”.
Luego “The other side” tiene un aire más cotidiano, y está tocada con la técnica de fingerpicking, aquella que Donovan enseñó a Los Beatles en la India.
El instrumental “White Lotus” es una curiosidad y suena como una cajita de música.
“La spirale” una canción muy corta en donde Cece recita en italiano un texto de Italo Calvino.
“Capena” es un homenaje a los recuerdos, y luego “Icaro” es el final de este viaje antropológico, “dedicado a todos los espíritus valientes que en nombre de la pasión y curiosidad han abandonado su confort para aventurar en lo desconocido.”

                                                     Fernando Gonzalez