.

.

01 junio 2009

Concierto de Rush en Praga





Rush en Praga, Estadio T-Mobile Arena, Praga, Republica Checa  25 Septiembre, 2004.

Teníamos tantas ganas de ver a Rush, que este "Tour R30" que los traía por Europa era una oportunidad única para verlos, ya que la banda no sale de América con asiduidad. Pero sabiendo que esta gira que conmemoraba el trigésimo aniversario de los canadienses no pasaba por España, nos fuimos a la preciosa ciudad de Praga para verlos, y así matar dos pájaros de un tiro: conocer una de las ciudades más hermosas de Europa (qué lindas que son las checas) y…ver a Rush, una de las mejores bandas de todos los tiempos.
El lugar del concierto era el T-Mobile Arena, estadio de hockey sobre hielo en donde el Sparta Praga juega de local, no es un sitio que impresiona por su tamaño, unas 6000 personas llenaban el recinto con un público compuesto por checos en su mayoría, alemanes, polacos, y también españoles (y un argentino!).
Actuaba Rush después de 12 años de tocar por última vez en tierras europeas, y la emoción era muy grande.
Si bien Rush presentaba en esta oportunidad el disco “Feedback”, en realidad en esta gira se trató de hacer una recopilación de su impresionante catálogo que recorrió durante tres horas y media los diferentes períodos de su extensa discografía.
El concierto:
En la pantalla gigante se proyectó un video clip que mostraba un recorrido por todas las portadas de los discos de la banda, y en el final el veterano actor Jerry Stiler (padre del famoso Ben) nos da la bienvenida en inglés, subtitulado en checo, y entonces tras una ovación aparecen los integrantes de Rush, vestidos de negro, para dar comienzo a este espectacular show.
Con el meddley inicial compuesto por partes instrumentales de temas de la primera época: “Fiding my way”, “Anthem”, “Bastille Day”, “Cygnus X-1”, “Passage to Bangkok”, y “Hemispheries-Prelude” empezábamos a transitar por una experiencia inolvidable.
A cada introducción de cada tema el público respondía con una ovación. Rush nos brindaba un comienzo simplemente espectacular, con fuerza y contundencia. Entonces se enganchó la primera canción cantada, “The Spirit of Radio”, con la aguda voz de Geddy, un tema que continuó haciendo alucinar al estadio, y que nos llevó a lo más alto desde su particular riff de la intro.
Los shows de Rush se caracterizan por la espectacular puesta de luces, elegante y sin ninguna parafernalia exagerada, destacándose la gran pantalla y todo lo que en ella se proyecta. Un detalle, junto a ellos habían dos máquinas secadoras de ropa que no pararon durante todo el concierto, y otra expendedora de bebidas…
El público, que no es tan efusivo como el del video de “Rush in Río”, los ovacionó y aplaudió durante todo el show.
Ya con toda la emoción encima escuchamos “Force Ten” y “Animate”, luego Geddy Lee presentó “Subdivisions” y se puso al frente de los teclados mientras cantaba la melodía, alternando con el bajo según la parte de la canción.
“Earthshine” y “Red Barchetta”, con Geddy controlando los teclados y samplers a través de la pedalera, siguieron a continuación.
La banda suena con una solidez arrolladora, destacándose cada uno en su rol y potenciando al grupo como algo superior a la suma de sus partes. Geddy Lee, el frontman de Rush es realmente increíble, su voz particularmente aguda, responde a las exigencias de cada tema, pero lo que asombra es la perfecta coordinación cuando ejecuta el bajo y canta a la vez con una soltura alucinante.
Alex Lifeson es un excelente guitarrista, se destacan sus arreglos de alta calidad y los brillantes sonidos que salen de su guitarra.
Neil Peart, más serio que nunca, es un maestro, su función sobrepasa lo que hace un baterista normal, porque él es un creador de arreglos con su kit de batería y percusión. La variedad de recursos de calidad que utiliza es infinita, y es reconocido como uno de los mejores bateristas del mundo.
El show se complementa a la perfección con las imágenes que se proyectan en cada tema, y justamente el tema “Roll the Bones” es un ejemplo de la sincronización entre la música y la tecnología en donde perfectamente se coordinan las partes que ejecutan los tres músicos con el uso extensivo de triggers y samplers, y las proyecciones en las que un simpático esqueleto canta el rap del medio de la canción.
“Bravado”, con muy lindas imágenes de nubes, es el tema que hace de puente y nos lleva a una magistral interpretación de Rush, la instrumental “YYZ”, en donde el lucimiento individual de cada uno de los músicos es realmente increíble. El impacto visual de ver tanto virtuosismo en un escenario es una experiencia emocionante.
Después de tanta adrenalina un técnico se acerca a las secadoras de ropa para echarles unas monedas para que sigan funcionando... Mientras tanto para el comienzo de “The Trees”, la batería de Neil Peart de forma circular, gira 180º para tocar con la parte electrónica del super kit de percusión.
Del nuevo disco “Feedback”, que se trata de una revisión de temas clásicos de los años 60 pertenecientes a varios grupos que dejaron huella en la historia del rock, e influenciaron a Neil, Alex y Geddy cuando eran adolescentes, presentaron el tema de The Who “The Seeker”.
Llega el momento en el que aparece en la pantalla gigante el dragón Nebbish (la mascota de Rush in Río) quien después de fumarse un puro lanza una impresionante llamarada sobre el escenario, que queda encendido de verdad! y el calor nos quemó la cara…
Luego con “One Little Victory” finalizó la primera parte del concierto, dando paso a un intervalo de veinte minutos.

Seguna parte:
Aparecece el dragón nuevamente en la pantalla, mirando televisión y comiendo pop corn, y elige un video clip llamado “Darn That Dragon”, que es una historia similar a la de Godzilla, en la que ellos hacen de héroes en forma de dibujitos animados. Con pequeños fragmentos instrumentales de la banda, esta historia se engancha con la intro del hit “Tom Sawyer”, uno de los himnos de la banda, tal vez su tema más representativo, y el más aplaudido de la noche.
A continuación, para “Dreamline” aparecen rayos láser apuntando en todas las direcciones, y siguieron con “Secret Touch”, “Between the Wheels”, “Mystic Rythms” y “Red Sector A”.
Es notable la exactitud robótica con la que enlazan y ejecutan sus canciones.
Seguidamente el solo de batería de Neal Peart llamado “The Rythm Metod” duró casi diez minutos y fue de menor a mayor, a medida que iba demostrando una vez más su capacidad técnica a través de una serie de combinaciones percusivas llenas de imaginación, hacía música con su xilofón, giró otra vez su batería mientras tocaba y finalizó tocando con una vieja orquesta de jazz, que apareció proyectada en la pantalla, a la que terminó acompañando de manera extraordinaria. Un final muy original.
A continuación comienza el set acústico con Geddy y Alex sentados en sillas para cantar una versión intimista de “Resist” y la enganchan con una versión country de “Heart full of soul” un tema de The Yarbirds, en donde a mitad de la canción se une Neil para completar el trío.
La parte fuerte del concierto es cuando ejecutan un meddley del álbum “2112”: “Overture”, “Temple of Syrinx” y “Grand Finale” y las enlazan con el genial instrumental “La Villa Strangiato” en versión corta, y “By Tor & the Snow Dog” con una intervención muy graciosa de Lifeson cantando.
La espectacular “Xanadú”, una de sus más grandes creaciones, es otro de los grandes momentos de la noche, enganchada con la legendaria “Working man” para hacer un final a toda fuerza.
La química entre Rush y el rock progresivo nos había regalado una noche inolvidable. Ellos son únicos e inmensos, por eso la ovación que los despidió fue impresionante durante varios minutos.
Para la felicidad de todos los que allí estábamos regresan para los bises. Alex y Geddy van hacia las secadoras para sacar las camisetas y arrojarlas al público (yo pude agarrar una!).
Los tres bises enganchados del final fueron a todo rock´n´roll con “Summertime Blues” y “Crossroads” del último disco, y finalmente la preciosa “Limelight” cerró un concierto de casi tres horas y media de duración, con tres músicos impresionantes que dieron lo mejor de sí.
Neil y Alex salieron casi corriendo y sin despedirse, en cambio Geddy Lee lo hizo por los tres.
Nuevamente aparece en la pantalla el viejo actor del principio para despedirnos y decirnos que nos vayamos a dormir, y en realidad no está mal la idea: dormir y soñar con lo que hemos disfrutado, dormir y soñar con la música de Rush.

                                                      Fernando Gonzalez



3 comentarios:

  1. Qué GRAN grupo Rush!Composiciones preciosas, música sorprendente.Tres instrumentistas de excepción.Ya hemos perdido las esperanzas de verlos aquí en Buenos Aires.Esperamos ansiosos tu crónica de Praga y te dejamos un beso a través del océano.

    ResponderEliminar
  2. Gracias amigos de La Salamandra! esta nota será dedicada a Ustedes! Un abrazo desde Barcelona.
    Fernando

    ResponderEliminar
  3. Gracias Fernando por esta magnifica nota. Detalle por detalle y emotivamente, uno se siente en el show de esta gran banda. Un abrazo desde Buenos Aires!

    ResponderEliminar